10 : Que haces con...

276 34 1
                                    


Se encontraba terminando de comer mientras veía su serie favorita en Netflix. El 'click' de la puerta principal anunció que alguien estaba ingresando al lugar. El rubio no se preocupo porque pudo captar el olor del intruso.

— ¡Familia tengo hambre! — fue lo primero que escuchó para luego ver a su amigo llegar a la sala. Botó sus mochila al sofá y dejó sus cuadros recostados en la pared. — ¡Jimin! — exclamó al encontrarlo. Se acercó a él y dejó un besito en su cabeza para luego ver hacia la olla. — Oh... que rico. — relamió sus labios sabroseandose la comida. Tomó los platos y rápidamente se sirvió para luego tomar asiento junto a su amigo.

— ¿Cómo te fue? — preguntó el omega. 

Taehyung llevó los palillos a su boca y sin soplar, aún sabiendo que hervía, dio un gran bocado, gimiendo de satisfacción. — Mh... Esto sabe de-li-cio-so — alabó. Y Jimin no pudo ocultar su sonrisa al ver que le había encantado lo que había preparado. —... Y sí, me fue relativamente bien. Aunque tuve algunos errores con la escultura. — contó dando otro bocado.

— ¿Eh? ¿Paso algo? — preguntó preocupado.

El menor negó. — Nah... solo que aún me cuesta manejar la anatomía en cerámica. Anoche estuve batallando con la cara de una modelo. ¡Dios! Esa mujer tenía una cara super rara y lo peor es que querían que seamos muy detallistas... — se quejó. Tomó el vaso y dio un corto sorbo. — ... Lo peor es que di mi mayor esfuerzo para nada. ¡Esa webada está horrible! — exclamó frustrado.

Jimin se carcajeó al ver su cara de espanto. —Ay Tae, no es para tanto. Seguro estuvo bie-

— No. Estuvo horrible. — interrumpió. — Si tan solo lo hubieras visto. Tenía un ojo más grande que el otro. Un oreja estaba arriba y otra abajo. Los cabellos parecían masa y lo peor es que al secarse se deformó más. — empezó a lloriquear. — Así todo asqueroso lo llevé. Anoche antes de dormir no había ido a revisar... — y todo por haberme puesto de calenturiento se regaño en su mente. — Fue el peor de la clase, el profesor me regañó diciendo que no le metí ánimos para nada. ¡Si tan solo supiera que hasta nitro le metí a esa cosa! 

El omega empezó a sobar su espalda intentando consolarlo. — Ya, ya. Ya pasó. Así se empieza. Hoy pudiste ser el peor, pero apuesto que mañana serás lo mejor de lo mejor... — el peli-azul lo miró y este sonrió. — Además, del fracaso se aprende, del éxito... no. — movió su cabeza de un lado a otro negando.

Taehyung sonrió agradecido, entendiendo la referencia. Por esas razones quería mucho a Jimin, siempre estaba ahí para animarlo y apoyarlo. Cuando caía siempre le daba una mano para levantarlo y viceversa. Ellos siempre fueron unidos desde chicos y a pesar de los años esa unión jamás se rompió. Más que amigos eran como compañeros, hermanos, soulmates... Eran dos almas que se amaban y apoyaban mutuamente, no necesitaban ser pareja para expresarse cuanto se querían, a veces con solo una sonrisa bastaba para hacer saber al otro que esta ahí para siempre apoyarlo.

— Gracias... — se giró un poco y capturó el pequeño cuerpo en un fuerte abrazo, siendo correspondido por el más bajo.

Así pasaron los minutos, hablando cosas triviales o callando para seguir viendo la televisión. Jimin tenía esa necesidad de desahogarse con alguien sobre lo que le había pasado cuando estuvo tocando el piano. Claro que quería decirle a Taehyung, pero lo conocía tan bien que sabía que (aunque lo negara como en varias ocasiones)lo iba a celar. Él jamás confió en Yoongi, a pesar de no conocerlo; mucho más cuando su familiar había coqueteado "descaradamente" con Jungkook. Sintió muchos celos hacia la familia real, ya que justo tenía que tocarle a su amigo y pareja. Y de cierta forma podía comprenderlo... Un poco... muy poquito... super poquito. Casi nada.

DESTINO ; 윤민 [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora