DESTINO ; 윤민 [YM]

4 : Park y Min

— Me puedo... sentar. — con su mano indicó el lugar donde se encontraba sentado el menor. Este al verlo torpemente se hizo a un lado sintiendo sus nervios a flor de piel.

— C-Claro... — Yoongi sonrió sin mostrar los dientes y se sentó a su lado, dejando un pequeño espacio entre ambos.

Se miraron unos momentos y ambos sintieron un rubor en sus mejilla así que el alfa decidió hablar. — Escuche... que te confundiste dos veces... — Jimin hizo una leve mueca, pensaba que al alfa no le había gustado.  —... Yo también paraba confundiendo las teclas al inicio...  — prosiguió.  —... pero jamás me di por vencido...  — colocó tres de sus dedos sobre las teclas y las presionó dando un armonioso sonido.

Jimin notó que la melodía que habia tocado era la continuación de la canción y solo miró como volvió a tocar las teclas.  —... es mejor...  — Yoongi vaciló un poco, pero se tragó su verguenza.  — ... sería mejor si una bella canción puede ser tocada por dos personas... ¿me ayudas?  — alzó la mirada y chocó con la del omega. Sonrió dejando ver sus lindas encías, haciendo que el omega tambien sonriera.

El rubio llevó su mano derecha a las teclas y la hubicó donde creía que debía. Ambos se miraron y asintieron dando continuación a la canción. La melodía inundó aquel salón, dejando escuchar la coordinanción entre el alfa y omega para tocar el piano; sus sonrisas eran inborrables. Estaban tan satisfechos al ver como sin temor sus masnos se movian librementre entre las teclas. El viento empezó a entrar y movió las viejas cortinas, dando paso al radiante sol que ilumniaba más fuerte el lugar; dejando una hermosa vista para cualquiera que los encotrase. A pesar de estar consentrados de vez en cuando se miraban de reojo, apreciandose en cilencio y uniondo sus aromas creando un agradacle choque de olores. Pero un descuido llegó a ambos y antes de terminar la canción se confundieron y presionaron una tecla erronea, haciendo que un feo sonido apareciera. 

Pararon de golpe y se miraron asustados, ya no importándoles empezaron a reír, como si fuera dos niños que había hecho una travesura.  — ¿Ya ves? Entre dos es mejor, ¿no crees?  — preguntó feliz. El omega asintió sonriendo.

 — Oh- disculpa, pero no me he presentado...  — dijo el alfa.  — Mi Yoongi...  — llevo una mano al pecho y se inclinó unos segundos.  —...un gusto.

 — Park... Jimin. Park Jimin.  — afirmó el omega, y tambien agachandose dijo.  — El gusto es mio, joven Min...  — a pesar de estar retorciendose de los nervios en su interior (porque sí, ya le habpia dado mas de mil paros) la voz le había salido muy normal y tranquila, y eso le puso menos nervioso.

Yoongi asintió.  — Lindo nombre... Jimin.  — y escuchar como había pronunciado su nombre basto para que las feromonas del omega se disparasen. Se sentía enamorado.  — ...Disculpa si te incomodo pero... ¿cuántos años tienes?  — preguntó.

 — Tengo diecisiete...  — «y usted veinte» quiso completar pero mejor prefirió callar.

«Es joven... e ilegal.»Se lamentó el alfa, pero aun así no perdió las esperanzas de seguir hablando con el menor.  — Y dime, Jimin ¿que lo trae por acá? Por lo que había visto ahora están en horario de clases ¿no?  — preguntó.

Este rio y con una manos tapó su cara desiando la mirada unos momentos.  — Digamos que... es una larga historia, pero terminó en que estaba tocando el piano con usted.  — rió despacio.

Los minutos empezaron a pasar y Yoongi empezó a interesarse más por aquel lindo omega. Hacia preguntas sobre sus gustos, hobbies, etc. y el muchacho respondía con un poco de vergüenza. Pero este también le preguntaba cosas; y así entre los dos empezaron a crear una bonita conversación, entre risas y pequeños toques.  — Tu piel parece... suave...  —el alfa vaciló un poco cuando alzó la mano y la dirigió a la mejilla del omega, temiendo a que lo rechazara; pero al notar que este no se movía tocó con cariño y delicadeza su mejilla derecha. Un escalofrío los recorrió a ambos. Se quedaron quietos unos momentos asimilando lo que acababa de pasar. El primero en reaccionar fue Jimin, llevo su mano a su cara y la posó encima de la pálida mano, apoyo su rostro contra esta y cerró los ojos, soltando su agradable olor y relajando al alfa. Este iba a cerrar los ojos al oler su aroma y sentirse en el aire pero...