DESTINO ; 윤민 [YM]

20: Mariposa

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Decidió dar unas cuantas vueltas por el lugar y así matar el tiempo hasta que Hoseok regrese. Caminó de un lado a otro, observando a la gente ir en bicicletas, en patines y scooters. Otro estaban sentados en el gras hablando, a lo lejos veía a unos niños jugar y a unos que otros abuelitos dándoles pan a las palomas. También estaban los que se encargaban del cuidado del lugar; unos podaban el pasto y otro regaban. El ruido era un poco fastidioso para él, ya que estaba acostumbrado a estar en silencio la mayoría de tiempo y los únicos lugares donde el bullicio reinaba era las reuniones donde asistía.

El sol empezó a ocultarse, dando una bella vista del atardecer; llegó hasta un punto donde el pasto era alto y decidió caminar por este, espantando unos que otras polillas o pequeñas mariposas que se alojaban ocultas en estas. Captó un gran árbol y se apoyó en este, ocultó sus manos en sus bolsillos del pantalón y cerró los ojos unos momentos, sintiendo el fresco aire chocar contra él.

Siguió observando el lugar y su sonrisa fue inevitable. Ahora algunos padres iban hacia sus hijos y se los llevaban, los ancianos se habían parado y caminaban de forma lenta por la acera, algunas familias levantaban su pequeño picnic para retirarse, unos jóvenes recién llegaban con grandes mochilas, indicando que iban a acampar; también habían parejitas esparcidas por el lugar, por ejemplo una que estaba comprando helado. Se les quedó mirando e intentó amortiguar una carcajada al ver como el castaño se había tropezado y había hecho caer su helado de dos bolitas; contrario al otro chico que se había reído en su cara. 

Negó sonriente y cerró los ojos queriendo descansar, hacía ya un tiempo que no se había alejado de los libros o estudios; le faltaba poco para que acabe sus estudios, saque la tesis para el título y  terminaría su cometido. Así que estar aquí tomando aire y escuchando el hermoso cantar de los pajaritos lo relajaba mucho.

Un travieso olorcito llegó hasta su nariz donde aspiró fuertemente y sintió un cosquilleo en su pecho.

"Omega"

Abrió los ojos de golpe al escuchar a su lobo hablar; este se había despertado de su descanso y ahora estaba alerta moviendo la cola de un lado a otro. No creía del todo en las palabras de su lobo, era imposible que Jimin se encuentre en el mismo lugar y el mismo día, con él; aspiró de nuevo y un leve cosquilleo llegó a él al volver a captar el delicioso olor. Apretó los labios y se separó del árbol, buscando con la mirada a portador del olor. 

Empezó a caminar aspirando profundamente, como si una droga lo hubiera cautivado. Siguió caminando y se detuvo al ver que había llegado a su destino, los nervios volvieron a recorrerlo, pero ya no quería salir corriendo, ahora solo quería estar cerca.

Captó una manta, que se quería ocultar entre el césped, donde un cuerpo estaba aparentemente dormido. Su corazón empezó a latir como si hubiera corrido muchas cuadras. Se encontraba completamente asombrado; el omega estaba frente suyo, descansando tan plácidamente. Su rostro se torno de rosa al apreciar al menor; su rubio cabello caía sobre su rostro, sus rosados pómulos, su naricita de botón y esos gruesos labios, hizo que el azabache cayera rendido ante su belleza. Se arrodillo sin hacer mucho ruido, acercándose al rubio. Pero antes miró a los lados por si alguien lo estuviera mirando mal, pero gracias al cielo, cada quien estaba en su mundo y nadie miraba hacia él. Así que retomó su acción.

El fresco viento empezó a silbar fuerte haciendo que los dorados cabellos del chico se movieran al compas de este. Yoongi pensaba que la situación era un poco tonta, ya que parecía sacado de un cuento de princesas, pero no. Acercó su mano al terso rostro, con intención de sentir tan delicada piel, pero se detuvo en el momento que su mano iba a impactar con el rostro ya que una traviesa mariposa empezó a revolotear por el lugar. Sus hermosas alas azules se movían sobre la cabeza del omega, rodeándolo.