46: Nada es color de rosa

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Las cuatro de la mañana marcaban en el reloj al lado de masita de noche. El omega se removió inquieto, no había podido descansar en toda la madrugada; a pesar de que el sueño le había ganado en varias ocasiones no era capaz de cerrar sus ojos.

Hace unas horas había dejado de llorar, se encontraba más tranquilo, pero eso no significaba que estaba bien. Su lobo no respondía, seguía en la misma posición de hace horas y eso preocupaba más al omega.

Volvió a cambiar su posición, quedando una vez más boca arriba. Se sentía extraño dormir y no tener a esa personita a tu lado, luego de estar tan acostumbrado. Agarró la almohada a su lado y hundió su cabeza, agradecía que el aroma del mayor no haya desaparecido por culpa del suyo, era la única cosa a la cual se podía aferrar sin problema.

Sin poder más se sentó cansado, tal vez si tomaba leche caliente le agarraría el sueño, al fin y al cabo podía dormir hasta tarde. Justo cuando destapó su cuerpo el sonido de la manija siendo tocada alteró todos los sentidos del omega, que de un salto volvió a echarse, para su mala suerte no pudo taparse. Esperaba que de verdad parezca dormido.

Taehyung asomó su cabeza encontrando la habitación en completa oscuridad. Frunció el ceño al sentir el fuerte olor del pomelo por toda la habitación, mas no iba a detener sus acciones por eso. Hacía mucho frío afuera, y por mucho que haya robado las sabanas de Jimin no podía dormir a gusto en el sofá, tan solo necesitaba alguna chompa para abrigarse.

Ingresó a la habitación y se dirigió hacia el gran armario en busca de su prenda. Jungkook en su mente rogaba para que no lo haya sentido, ya que de verdad no quería que sepa que seguía despierto.

Al encontrar la prenda el alfa no dudó y se lo colocó rápidamente. Al voltear captó el cuerpo del menor, destapado y abrazando la almohada. Taehyung se quedó parado por unos segundos, observándolo, tenía unas ganas de ir y echarse a su lado, abrazarlo y dejarle muchos besitos en la cabeza. Pero no podía, ya no podía darse ese lujo que muchas veces tuvo la oportunidad. Caminó hasta quedar al lado de la cama; el omega rogaba a que se vaya ya que no estaba muy seguro de que decir o siquiera afrontarlo, pero antes de siquiera hacer un mínimo movimiento sintió como la sábana era movida y colocada encima suyo, seguido por el edredón. 

Su cuerpo se tensó levemente, mas no se atrevió a abrir los ojos. Sintió como la grande mano del azabache sobaba levemente su cabeza para luego alejarse sin decir algo. Cuando la puerta fue cerrada, Jungkook abrió los ojos mirando hacia esta, su pecho volvió a oprimirse y las ganas de llorar le regresaron, mas no lo hizo, se acomodó mejor entre las cálidas sabanas y abrazando más fuerte la almohada del mayor se quedó completamente dormido.

✧❀✧

La poca luz que ingresaba por la abertura que había entre las dos cortinas. Jimin se removió inquieto y de a poco fue abriendo los ojos. Sintió un brazo alrededor de su cintura, pero eso no era una sorpresa, ya se había acostumbrado a eso.

Con cuidado sacó el brazo de su cuerpo y tomo asiento. Llevó una mano hacia su cara, para sobarla, de ahí la bajó a su cuello en busca de masajearlo y destensarlo. No sabía como había llegado ahí, tan solo recordaba que fue en busca de Jin y nada más. Se sentó al borde de la cama con pereza, y destapó su cuerpo cuando sus pies tocaron el suelo, pero fue grande su sorpresa al encontrarse completamente desnudo.

Bajó la mirada sin comprender del todo, pero aquellas marcas que decoraban gran parte de su pecho, hicieron que abra bien los ojos. Ahogó una exclamación cuando captó muchas de estas, por sus pechos, alrededor de sus pezones, por su pelvis, algunas en sus muslos internos, hasta había muchas en sus brazos. Su rostro se encontró completamente rojo por la vergüenza. De a poco las imágenes de la noche anterior empezaron a llegar como si fueran una película y eso avergonzó mucho más al omega.

DESTINO ; 윤민 [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora