DESTINO ; 윤민 [YM]

6 : Gracioso

El tiempo había pasado relativamente rápido, habían pasado tres años desde la espera del omega hacía el alfa. Entendía que no era fácil que Yoongi apareciera en Busan ya que este vivía en Seúl. Así que jamás perdió la esperanza de que este vaya a buscarlo, como una vez lo había prometido.

Suspiró feliz al ver a su mejor amigo abrazar a su, ahora, omega graduado. Jungkook había por fin acabado la escuela y ya se había graduado. Había recibido una beca en una de las grande universidades de Seúl, más afortunado no podía llegar a ser. Lo peor de todo era que como ahora estaba enlazado con Taehyung este, como "buen" alfa que era tenía que acompañar a su omega a la capital del país.

— ¿Y si vienes con nosotros, hyung? — preguntó Jungkook mirando al omega rubio comer papitas mientras miraba lucha libre en la televisión.

— ¿Ir con ustedes dices? — preguntó confundido. — No lo sé, Jungkookie. Aún estoy esperando los resultados de los exámenes.

Había postulado a tres universidades ese año, dos en Busan y a la La Universidad Nacional de Seúl, pero en ninguno de los tres salía los resultados, así que estaba esperando para ver que le tenía preparado el destino.

Sus amigos ya habían entrado a la universidad. Minho empezó a estudiar pediatría, Kyungsoo se decidió por maestría, y Heechul decidió seguir el legado que su padre le dejaría en su empresa. El único que aun esperaba los resultados de su examen, al igual que Jimin, era Baekhyun ya que este había encontrado a su alfa y bueno, la bendición llegó hacia ellos. No quería decir que fue una desgracia. Al contrario, su pequeño hijo de un año era la cosita más tranquila y tierna que jamás haya visto. Gracias a eso Jimin como que ya se estaba retractando sobre tener hijos. Por otro lado estaba Taehyung. Él iba a empezar su universidad dentro de poco ; había ingresado a la universidad de artes. Así que no tenía problema en ir con Jungkook para Seul. Y por último el pequeño Jungkook que había decidido estudiar contabilidad tomando la beca que tenía.

Sus amigos alrededor de esos años si que tenían mucha suerte, y él ahí sentado comiendo algo y perdiendo el tiempo. Esperando sus resultados y aún teniendo la esperanza que el idiota de su alfa aparezca y le diga que se casaran y tendrán una camada de cachorros.

Pff, como si eso pasara.

— ¿Y si le aceptan en Seúl? Podrá estudiar arquitectura allá. — animó el menor.

Un vago recuerdo llegó al rubio. 

— ¿Qué te gustaría estudiar, Jimin?— preguntó el alfa interesado.

— Mmm... en realidad no estoy muy seguro, pero si se me hace posible me gustaría arquitectura. — sonrió formando dos medias lunas sus ojos.

— Oh... Es una interesante carrera... — afirmó el alfa. — Entonces ya tengo a mi futuro arquitecto. Espero que cuando quiera construir un edificio tú me ayudes. 

El omega sonrió y asintió feliz al pensar que Yoongi ya lo estaba poniendo en un lugar en su futuro.

Recordar la única vez el la que el alfa y él hablaron sobre sus gustos hizo que su pecho doliera. Al pasar los años ya no sentía esa emoción como si fuera la primera vez, cada que lo recordaba. Al pasar el tiempo su lobo se había vuelto más callado y triste, siempre le recordaba que extrañaba a su alfa a pesar de solo haberlo visto una vez, y las ganas de pegarse eran inmensas. Odiaba ser tan sensible.

— Se... — respondió con pesadez. — Si me aceptan tal vez vaya... 

Una notificación llamó la atención de ambos omegas. Jimin estiró su mano hasta tomar su celular y mirar de que era el mensaje. Sus ojos se abrieron en sorpresa para luego tirar el aparato sobre el sofá. Agarró su laptop que reposaba sobre la mesa de centro y lo prendió. — ¿Hyung? —  llamó el castaño no muy convencido de lo que había pasado. —¿Sucedió algo? — se acercó y sentó a su lado, mirando la pantalla. El mayor no le contesto y solo entró al link que le habían mandado.