Tu eres mi Angel

Capitulo 22

ANGEL´S POV

Después de la golpiza que me dio Michael me arrastré como pude hasta afuera de su habitación pero era muy difícil ya que todo se estaba volviendo borroso, en especial porque tenía la muñeca cortadas.

Sí, me volví a cortar. Cuando Michael me empujó contra el escritorio, una foto de él y mía de cuando éramos novios se cayó y se rompió, igual que nuestra relación…

¿Por qué seguía teniendo esa foto? No lo sé, de seguro la pensaba usar para hacerme acuerdo de esos momentos y hacerme sentir mal.

El punto es que al ver la foto miles de recuerdos pasaron por mi cabeza, cuando lo conocí, cuando e pidió ser su novia, nuestra primera cita, nuestro primer beso y no pude aguantar y me hice dos cortes en la muñeca izquierda, después la vende con la bandana de Ashton y me arrastre hasta la salida.

-¡Angel! –Dijo Luke cargándome en sus brazos- ¿Qué te paso?

-Na-nada.

-No debí dejarte sola, sabía que era mala idea –gruñó y se puso a correr conmigo en sus brazos-.

-¿A do-donde me llevas? –dije con los ojos entrecerrados-.

-A la enfermería –dijo sin dejar de correr- Angel no cierres los ojos, estoy contigo.

-No es-estoy muriendo –reí pero al hacerlo salió un poco de sangre de mi boca-.

-Vamos Angel aguanta –me miro por un segundo- falta poco.

-L-lo si-siento –susurre- pe-pero n-no puedo.

Y fue ahí cuando cerré los ojos.

(…)

Me desperté en una camilla, pero esta no era la enfermería del internado, era un hospital ¡Era el mismo jodido hospital al que fui por el tema de mis costillas!

-Al fin despiertas –dijo el doctor que me atendió la otra vez- tardaste un poco.

-¿Cuánto tiempo estuve inocente?

-Un día –se acercó a mí- perdiste mucha sangre.

-¿Me tuvieron que donar?

-Si –suspiró- y mucha.

-¿Quién fue?

La verdad ya sabía la respuesta, de seguro fue Luke, como siempre.

-Un chico llamado Luke –lo sabía- aunque costo un poco.

-¿No quería donar?

-No –rió- no es eso.

-¿Entonces?

-Fue la otra mujer –se sentó a mi lado- ella quería donar sangre pero le dijimos que era muy arriesgado

-¿Mirta quería donar? –pregunté sorprendida-.

-No –frunció el ceño- una señora llamada Cecilia.

-¿Qué?

-Sí, vino aquí con el chico rubio, ese tal Luke. Estaba muy preocupada y hasta estaba llorando, nos rogó dejarla donar sangre pero era muy peligroso para ti y para ella.

-¿Por qué?

-Porque ella está enferma –mi cara palideció- ¿No te lo dijo?

-No ¿es muy grave?

-Bueno –suspiró- admito que es una enfermedad muy jodida y es muy difícil de curar.

-¿Pero estará bien verdad? –Dije con lágrimas en los ojos-.