La presión en el pecho no me dejaba respirar y aunque no la tuviera dudo que haya podido recordar cómo se respiraba o mejor dicho dudo que quisiera hacerlo.
No podía hablar porque sentía que cada palabra que salía de mi boca me rasgaba y hacia que me ardiera la garganta.
No quería ver a nadie porque no me quería encariñar con alguien al que tarde o temprano voy a perder.
No quería nada.
Me desperté pensando que todo fue una triste pesadilla pero cuando miré a mi alrededor todo cambió, estaba en el hospital y al frente mío estaba la cama en la que Ceci antes reposaba.
-¿Cómo llegue aquí? -le pregunté a Maria-.
-Te desmayaste cuando supiste la noticia -bajó la mirada- te afecto mucho.
-¿Ceci sigue aquí?
-No -me miró con pena- en dos días será su entierro. Podemos ir juntas, claro, si quieres -dijo nerviosa-.
-Claro -me aclaré la garganta- no quiero ser grosera pero si ella ya no está ¿Qué hacemos aquí?
-Vinimos a recoger sus cosas -me mostró una mochila- y esto -me tendió una carta- esto es para ti.
-Gracias -dije confundida mientras la tomaba-.
Querida Angel o mejor dicho hija:
Sé que estoy mal, todos me quería hacer creer que todo iba a estar bien pero tú sabes como soy, investigué mi enfermedad y no lo pude creer pero más que todo me sentí horrible y no porque te voy a dejar ya que no será así, si no porque no es como decírtelo. Cuando leas esto ya estaré en un lugar mejor, quiero que sepas que nunca te dejaré sola ya que siempre fuiste para mí una hija.
Recuerdo el primer día que llegaste al internado, asustada, triste y enojada, me sorprendió no ver felicidad en una adolecente y fue ahí cuando descubrí que eras diferente, tu forma de actuar, vestir, ser, era algo que no se encontraba a diario en el internado y fue un honor saber que llegué a ser tu amiga. Cuando me contaste lo de Mirta no supe como consolarte ya que como sabes, yo no tuve una madre ni un padre pero por suerte te tuve a ti, una hija y fue ese día cuando prometí darte el amor que Mirta nunca te dio.
Cuando me contaste que tus padres murieron, ese fue el día en el que me abrí con vos, fuiste la primera persona a la que le conté mi triste historia pero ¿sabes qué? No me arrepiento porque no hay nadie mejor que vos para guardar un secreto. Cuando me contaste que te hacían bullying quise golpearlos yo misma y gritarles cosas que mejor no escribo, no podía creer que alguien sea capaz de hacerle bullying a alguien como vos, a un ángel.
No quiero que te sientas mal con esta carta, quiero que te sientas feliz porque ahora estoy mejor, estoy con Dios y de aquí te cuidaré, no faltare a mi promesa pero por favor no vayas a hacer algo estúpido. Gracias por todo lo que has hecho por mí, gracias por confiarme tus secretos, por darme el amor que nunca me dieron y hacerme sentir querida después de tener una vida de porquería.
Te quiero hija, te amo y adoro, siempre estaré a tu lado, dispuesta a darte una mano. Sonríe que con esa sonrisa tan hermosa que tienes, le harás el día feliz a mucha gente, rie en mi honor porque para mí tu risa siempre fue mejor que la música, abre tu corazón al mundo y hazle saber a todos que tienes un corazón de oro.
Cuida a los demás por mí, a Ashton, a Maria, a las demás cocineras, al director, a Luke y sobre todo cuídate a ti. Guarda la tarjeta de Ashton y por favor dásela cuando vuelva, la de Luke también y a Maria dile que todo lo que está en esa mochila es de su propiedad, excepto por el collar, ese es para mi hija, la dueña de mi corazón, ese collar es para vos.

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Tu eres mi Angel
Fanfiction¿Alguna vez te has sentido solo? ¿Sabes el verdadero significado de la soledad? Pues yo si. Muchas veces decimos que estamos o nos sentimos solos pero ¿es verdad? Yo no tengo ni mamá ni papá, ellos murieron cuando yo apenas tenía 6 años. Mi hermana...