Tu eres mi Angel

Capitulo 42

LUKE'S POV

Después de que Fede me dijera eso me sentí fatal, solo quería protegerla pero ahora que me doy cuenta, siempre que busco protegerla termino lastimándola.

¿Qué clase de novio soy?

-Luke cálmate -me pidió Fede-.

-¡No me pidas que me calme!

-Ya están atendiendo a Angel -se sorbió la nariz- tenemos que ser fuerte.

-Seré fuerte pero si muere no te prometo nada.

-No digas eso -tragó saliva- no va a morir.

-Tu escuchaste al doctor, esta vez es grave -una lagrima bajó por mi mejilla- estábamos advertidos.

-Aún no sé qué paso.

-Es mi culpa -susurre-.

-¿Qué? -Me miró como si estuviera loco- no digas eso ¿Cómo podría ser tu culpa?

-Le dije que se aleje de mi vida -bajé la cabeza avergonzado- y que solo nos jode la vida a Megan y a mí.

-¿Por qué dijiste eso? -Dijo enojado pero a la vez confundido-.

-Mi padre dijo que si no hacia eso la iba a expulsar y ella volvería a un orfanato.

-Porque no tiene a donde ir -asintió pensativo- pero ¿Por qué lo hiciste?

-¿Querías que deje a Angel ir a un orfanato? -Dije sorprendido- Ni loco.

-Hubiera sido mejor -me miró decepcionado- mira lo que pasó por nada más que eso.

-Tú no sabes lo que ella vivió en ese orfanato.

-¿Qué le paso?

-En el orfanato que estaba no todo era color de rosa -miré mis manos- le hacían bullying.

-Aquí igual le hacen.

-Y quería parar con eso -lo miré- los chicos pararon con el bullying, no podía dejar que vuelva a lo del principio.

-Los chicos no pararon Luke -me dijo confundido- ¿Quién te dijo eso?

-Mi padre -fruncí el ceño-.

-¿Y después de amenazarte a Angel le creíste?

-La amenazó después de decir eso.

-Luke lamento decírtelo pero -puso su mano sobre mi hombro- tu padre no me cae bien.

-Tranquilo, a mí tampoco.

Estuvimos horas y horas esperando una noticia ¡almenos una palabra! Pero cada vez que un doctor salía por esa puerta era para susurrarle algo a una enfermera y volver a entrar, las enfermeras solo nos miraban con lastima y negaban levemente con la cabeza.

Cada segundo que pasaba mis esperanzas disminuían.

Después de unas horas salió un doctor bastante nervioso y se notaba que estaba buscando a alguien.

A nosotros no, por favor.

-Familiares de Angel Rojas.

Vaya suerte la mía.

-Aquí -dijimos Fede y yo mientras nos acercábamos a el-.

-Lamento decirles esto -dijo mirando su libreta- pero me temo que Angel no despierta.

-¿Q-Que?

-Tomo una sobredosis de pastillas -nos miró con pena- le hicimos un lavado de estómago pero me temo que no fue suficiente y no podemos hacer nada. Solo esperar un milagro.