THYSÍA |KOOKV|

●Capítulo 37●

TaeHyung eliminó a la mayoría de soldados dentro del castillo pero los rayos del sol comenzaban a salir y las armaduras de los caídos brillaban contra la luz. Un soldado se dio cuenta de que faltaban guerreros en la zona y cuando descubrió a los hombres inconscientes entre la hierba, alertó a los demás para que se pusieran en guardia y buscaran a los responsables.

Los ciudadanos permanecieron en sus hogares por orden del general, se mantenían tranquilos y dejaban a Creta en manos del rey... ¿Por que quién sería capaz de invadir una isla tan poderosa como esa? Era meterse en la boca del lobo, el rey podría lanzar rayos a los invasores o crear una tormenta que los mantuviera lejos. Era simplemente una locura atacar en esas condiciones.

Pero eso era algo que los dos responsables no habían pensado.

Minos y JungKook se enfrentaban en el castillo y Pasífae fue paralizada con un choque eléctrico que el rey le lanzó para mantenerla al margen. JungKook al ver la forma en la que su madre era tratada, se lanzó con ira hacia él y salieron de la habitación para luchar con el Hacha doble y la espada, que chocaban tan velozmente que el ruido vibraba en las paredes.

- ¿De verdad pensabas que dejaría que me mataras así como así, monstruo? –saltó hacia atrás cuando el arma de JungKook golpeó frente a él, obligándolo a bajar las escaleras sin perder de vista al pálido, que lo atacaba con toda su ira reprimida.

- Era sospechoso que todo fuera tan sencillo –dijo antes de soltar un gruñido involuntariamente – Tú no bajas la guardia... Desde que nací vigilas constantemente el castillo, esperando el día en el que yo lograra salir de aquella prisión para buscarte y así tu puedas tener una excusa para asesinarme.

Minos sonreía abiertamente aunque sus ojos irradiaran molestia y furia, esperaba el momento perfecto para asesinar a esa bestia demoniaca, pero Pasífae siempre se interpuso en ese deseo. El hecho de que TaeHyung intentara matar al Minotauro dentro del Laberinto le dejó cierta calma en el pecho, pudo dormir varios días incluso. Pero el tiempo pasó y el mestizo nunca regresó con su cabeza, por lo que asumió que había muerto en el intento. ¿De qué otra forma estaría entonces Asterión aquí si no es por eso? Su forma era humana... muy probablemente tomó al hijo de Poseidón antes de matarlo, y ahora está aquí para asesinarlo a él, el maldito hijo de perra quería tomar su vida también.

Si de algo estaba seguro Minos, es de que iba a ganar. Tenía un haz bajo la manga, uno de sus fieles encendió la antorcha sobre el castillo, la cual indicaba que habían problemas y quien la viera sabría que el rey estaba en peligro, y seguramente habrían varias tropas en camino de islas vecinas.

Un arquero que vigilaba sobre la torre vio como uno de los barcos que se dirigían a Amorgos regresó solo con dos tripulantes, era muy sospechoso a decir verdad, por lo que avisó al rey de inmediato y este se preparó con un arma y la coraza. Se mantuvo en vela hasta que el susodicho invasor entró a la recámara de su esposa y se topó con la sorpresa de que ese extraño era Asterión. Todo estaba saliendo perfectamente, él siempre adivinaba lo que sucedía antes de que incluso pasara, y siempre vencía a todo aquel que se enfrentara a sus manos.

- Haremos esto como los hombres –pronunció el rey cuando llegaron al primer piso entre golpes y saltos – Tú contra mí, usando únicamente nuestras armas y sin que nadie se entrometa –levantó su mano para indicarles a los guardias que se alejaran y los dejaran luchar en condiciones – ¿Hacemos el trato?

- Trato hecho –y se lanzó hacia el mayor con un ágil movimiento.

[...]

Maldición... estamos rodeados.

TaeHyung observaba a los guardias amontonarse dentro del castillo, él se ocultaba en una habitación vacía y miraba por la rejilla de la puerta. Se asombró al ver como JungKook luchaba con los ojos inyectados en furia y como Minos lo esquivaba tranquilamente o lanzaba un golpe hacia él sin aplicar demasiada fuerza.