●Capitulo 01●

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La historia de Teseo es muy interesante, pero merece una explicación de los sucesos que ocurrieron antes de que su aventura comience. Algunos dirán que es innecesario, otros tal vez conozcan la vida del héroe... Pero seguro jamás escucharon de lo que aquí leerán.

Queridos mortales, bienvenidos.

- Hermes

Cuando yo nací, viví en Trecén junto a mi madre y abuelo. Mi madre nunca fue muy amorosa, y mi abuelo, sin embargo era el que más aprecio me mostraba. La pequeña ciudad estaba alejada de Atenas, en donde yo viví una pequeña parte de mi vida... no era del todo feliz en el campo, pero tampoco me faltaba nada.

Cuando era niño entrenaba junto a mi abuelo con la espada y desde entonces, mi gusto por la lucha aumentó. Cuando cumplí los doce años mi madre se mostraba afligida y preocupada, la veía charlando a solas junto el río y no volteaba a verme cuando le hablaba, no entendía porqué, pero un día, mientras paseaba por el río, resbale y caí... pensé que moriría, aunque en realidad llegué al fondo y pude ver todo con claridad. Los peces nadaban tranquilamente con la corriente y yo, yo podía respirar sin ningún problema, lo malo era que no sabía nadar, y cuando traté de salir del río volvía a hundirme sin ninguna esperanza, hasta que después una mujer muy hermosa, con la piel azulada, de cabellos largos y ondulados, me sacó de allí con una fuerza y rapidez que no comprendía que pudiera existir en una mujer.

La verdad era que desde niño el agua siempre había llamado mi atención, solo que mi madre no me dejaba acercarme a ella y en cuanto me encontré en al orilla, completamente mojado, casi me da una paliza de muerte, al final le conté sobre aquella mujer, mientras comíamos con mi abuelo, él dijo que era una Náyade* y que solo podían verla las personas con poderes divinos.

Mi madre casi se atraganta con aquel testimonio y pidió a mi abuelo que no hablara de ello nunca más. Hasta que crecí y pensé que solo era una fantasía de niño.

Desde entonces veía a esa mujer nadando en el río, pensé que estaba loco y solo la ignoré, mi familia evitó hablar más sobre aquella mujer, y cuando pescaba con mi abuelo incluso la vi enfurecida nadando hacia nosotros e intentando volcar el pequeño bote en el que estábamos, logré controlar las aguas para que no ocurrieran daños mayores y usé la excusa de que debió ser un pez enorme quién golpeó el bote. Desde entonces mi familia estuvo actuando distante, hablando entre ellos sobre asuntos que desconozco, y prohibiendo que me acercara al mar y a los ríos. Creo que les preocupaba mucho mi bienestar y temían que me ahogara o que siguiera hablando de las criaturas que eran parte de mi imaginación, sí, seguro era eso.

Hoy es mi cumpleaños número 16, mi familia tiene una cena especial planeada para celebrar que ya soy un adulto y me mandaron fuera todo el día, así que anduve por ahí, con algunos colegas, ignorando completamente al río que me llamaba.

Llegué a casa, estaba en la entrada de la noche, usando mi Himatión* sencillo y mi espada de madera atada a un costado de mi cuerpo, pasé la tarde entrenando con mis amigos, mientras mi madre y mi abuelo preparaban la celebración en mi nombre.

- Teseo. - llamó mi madre. - Siéntate por favor, hoy es un gran día. - elevó la comisura izquierda de su labio, levemente, apenas notorio en una sonrisa.

El abuelo llegó poco después, se sentó junto a mi madre, en la mesa. Traían vino, pan, y un carnero enorme, tenía muy buena pinta, y otras cosas como; verduras guisadas, frutas y más vino.

Cuándo todos estábamos en la mesa comiendo, el abuelo habló sobre lo tedioso que fue al cocinar el carnero, ya que no paraba de sangrar y se resistió cuando lo decapitó.

THYSÍA |KOOKV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora