THYSÍA |KOOKV|

●Capítulo 08●

No recordaba lo que se sentía estar debajo del agua, habían pasado años desde la última vez. Pero aquellas veces en las que sentía el agua en su piel, ¡no había estado tan jodidamente fría! No había tanta oscuridad como en aquel momento, y no había sido forzado a adentrarse en lo más profundo de ella.

TaeHyung se sintió perdido en la nada.

Cuando lo lanzaron, apenas y le dio tiempo de tomar aire antes de caer de manera tan brusca en el agua, no veía nada, ni a nadie, la luz de la luna se colaba por las olas y el barco en el que iba se alejaba rápidamente, trató de nadar, dando brazadas rápidas y apenas moviéndose de donde estaba. Sus ojos no se sentían irritados con la sal, por lo cual la visión era pura, como si estuviera en la superficie, pero le daba miedo soltar el aire que contenía en sus pulmones, talvez si lo hacía no volvería a saber lo que era respirar, y es que ni siquiera podía flotar, se hundía más y más y sus pies comenzaban a cansarse y sus brazos dolían con cada intento que daba para avanzar hacia el barco, pero éste ya estaba bastante lejos, ni siquiera podía encontrar su silueta entre la marea, y la poca luz que tenía estaba ahora varios metros hacia arriba, sus pies sintiendo las algas y la arena del fondo del mar.

Una vez que tocó fondo, y su cuerpo sin soportarlo más soltó todo el aire que tenía, las burbujas flotaban a su alrededor y se alejaban por encima de su cabeza, su cabello danzaba con el movimiento de las ondas y su ropaje amenazaba con salirse de su cuerpo.

Pero no necesitó aire después.

Se sentía completamente bien de hecho, caminó por la arena y su visión iba aclarándose poco a poco, el miedo que sentía ahora era completamente por el hecho de que estaba lejos del barco y no porque estaba ahogándose en el mar, como pensó que pasaría. Los peces nadaban de aquí a allá y ninguno le prestaba la mínima atención, tampoco lo lastimaban, había varios cangrejos cerca de sus pies y ninguno lo hería, un tiburón amenazante nadaba en círculos alrededor de él, pero no lo atacaba, sin embargo el menor sentía como su corazón se salía de su pecho, latiendo tan rápido que cualquiera hubiera muerto de un ataque en su posición.

El anillo no se veía por ningún lado, la arena era muy escurridiza, podría haberse perdido debajo de una montaña de la misma, incluso podría haberse ido contra la corriente , no había ninguna opción de volver si no llevaba el anillo del Rey con él. Probablemente Minos se defogaría con la pobre muchacha y la tomaría sin su consentimiento, probablemente él sería ejecutado con los rayos de Zeus, todo por un simple anillo y por haber retado de esa forma a un mestizo.

¿Cómo podía ser tan tonto?

Si era verdad que su padre era Poseidón, tendría que pedirle ayuda, después de todo un padre no abandonaría a su hijo a su suerte de esa manera en la que él se encontraba ahora... ¿cierto?

Concentrándose en el mar que lo rodeaba, llamó a Poseidón, quien debía sentir su llamado implorándole ayuda.

¨Por favor, escúchame... por favor, ayúdame...¨

Pasaron los segundos, los minutos, no vió nada fuera de lo normal, los peces nadando y sus pies envueltos en algas. Avanzó hacia adelante y imploró con más fuerza, sus pensamientos alejando a todo ser vivo que lo veía, y la oscuridad se intensificó, pero él siguió avanzando a ciegas, viendo ballenas, tortugas, una banda de peces al frente de él, pero todos se dispersaban conforme se acercaba.

¨Por favor... por favor¨

El agua empezaba a ahogarlo, no en la forma literal, pero sí deseaba salir cuanto antes de allí, volver como si nada hubiera pasado, encontrar el anillo y salir por arte de magia. Entonces, como si alguien hubiera escuchado su petición, vio a lo lejos como dos delfines nadaban hacia él, eran lo más bello que hubiera visto jamás, pero algo era diferente, éstos podían hablar.