●Capítulo 27●

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Cuando los dos hombres estaban acostados sobre las hojas, no pudieron pensar correctamente sobre sus acciones. Estaban calientes, TaeHyung lo estaba y eso prendía al mayor, que se mantuvo al margen esos días para no asustar al pelinegro, pero la oportunidad de revivir aquella primera noche era servida en bandeja de plata y él no iba a desaprovechar la oportunidad de sentir los blanquecinos muslos del menor alrededor de él, o de escuchar esa voz grave que con cortos gemidos demostraba lo mucho que le gustaba sentirlo... No, no iba a detenerse ahora a pensar en las consecuencias.

Cuando el más bajo lo sorprendió deslizando una mano de su abdomen a su miembro, el pálido quiso detenerlo pero Teseo no lo permitió y continuó con sus movimientos. A pesar de que el más afectado era él, aún se preocupaba porque JungKook sintiera placer.

Con sus brazos se deslizó hasta quedar arriba del pálido y recorrió su cuello con los labios, bajando hasta su erección y la rodeó con sus dedos, ejerciendo un poco de presión para moverlos de arriba hacia abajo lentamente.

JungKook suspiró de placer, cerrando sus ojos para disfrutar el como TaeHyung lo excitaba y como las hojas de los arbustos a su alrededor le daban cosquilleos en el cuello. Pero cuando el menor le hizo arrancarse el chitón para hincarse y lamer con hambre su pene, el mayor con un respingo abrió sus ojos y miró la escena con un gemido saliendo de sus labios.

La brisa soplaba y el pasto acariciaba sus piernas como una cobija de seda. JungKook admiraba al sonrojado y tembloroso mestizo, que desnudo delante de él lo miraba mientras saboreaba su miembro. El pálido nunca antes había hecho algo así, ni siquiera sabía que la boca podía estimular de esa forma un pene, tenía mucho que aprender sobre el sexo pero por ahora su concentración estaba únicamente en la punta de la lengua del menor, que le daba caricias sobre el glande de forma juguetona.

Teseo mostraba su cuerpo sin vergüenza alguna levantando un poco las nalgas para darle una visión deliciosa de su espalda perfecta. Tomó su miembro entre sus labios y chupó la punta como si fuera lo más delicioso que pudiera probar en toda su vida, el deleite se veía en su rostro. Sus cejas levemente curveadas hacia arriba y sus mejillas un poco sonrojadas, con los labios húmedos y los ojos cerrados, hundiendo el falo lentamente hasta su garganta y haciendo movimientos rítmicos con su mano y su boca, dentro y afuera, arriba y abajo.

Sus labios rodeaban el glande y su lengua se movía de manera circular, después se entretuvo lamiendo de la base hacia la punta con parsimonia, mirando al mayor a los ojos y apoyando su otra mano en el muslo izquierdo del moreno para deslizarla tan lentamente hacia su marcado abdomen que JungKook se estaba volviendo loco. Las uñas del menor marcaron un camino ligeramente rojo por la piel morena y continuaron hasta el pelvis, donde TaeHyung cambió las uñas por los dedos que utilizó para masturbarlo con más ahínco. El mayor gruñó cuando la caricia le brindó un escalofrío por su espalda baja y se convirtió en un calor que se extendió hasta la punta de sus pies.

Quería acabar dentro del menor, pero quería que el menor acabara también, era su deber hacerlo acabar hasta que se sintiera satisfecho.

Se inclinó hacia adelante y tomó a Teseo por la cintura, alzándolo hacia él y colocándolo a horcadas sobre sus piernas para a continuación deslizar su lengua por el pálido cuello, saboreando las pequeñas gotitas de sudor hasta las clavículas, donde dejó una rojiza marca con sus labios, creando un camino hasta el hombro del menor, donde mordió sutilmente la piel y su hambre se encendió nuevamente. El mestizo jadeó y su aliento a fresas incrementaba el deseo y hambre del más alto. Malditas fresas, maldita hambre.

Reaccionó a tiempo y se alejó para ver su obra maestra. El mestizo gemía y abría la boca dándole una apariencia caliente y adorable al mismo tiempo. Una marca de mordidas y chupetones lo adornaban y JungKook tuvo que respirar hondo para no devorarlo ahí mismo, pero el pelinegro parecía disfrutarlo y este se inclinó para morder el cuello del mayor, provocando que los dos gimieran cuando las dos erecciones se rozaron. TaeHyung abrazó del cuello a JungKook y se dejó hacer, mientras ahora mordía el lóbulo de la oreja del castaño y este jadeaba por el cosquilleo recibido.

THYSÍA |KOOKV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora