●Capítulo 20●

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La respiración del monstruo estaba ahora en su cuello, olfateando el cuerpo del menor. TaeHyung tenía miedo de voltear hacia atrás y que lo último que viera fuera el rostro del semi humano antes de morir, enrolló el mapa y lo guardó en su vestidura, respirando hondo. Dejó que lo oliera, y dejó que lo levantara del suelo mientras lo sostenía del cuello.

Estaba débil, su cuerpo estaba agotado y no iba a huir ni a luchar. Ahora mismo tenía el hocico de la bestia a centímetros de su cara, lo estaba ahorcando con sus dedos, viendo como el menor se retorcía en sus manos mientras sus lágrimas resbalaban lentamente por su piel. Aplicaba la fuerza suficiente para mantenerlo vivo pero sometido.

- S-suéltame - tosió el mestizo - S-soy tu única salida...- el monstruo apretó el agarre, las uñas de TaeHyung clavándose en la piel de los brazos de la bestia en busca de aire - Déjame salvarte... P-puedo salvarte... argh - la visión del menor se tornaba borrosa, veía pequeñas estrellitas alrededor de su campo de visión y el ruido a su alrededor se reducía a la nada, estaba a punto de perder el conocimiento.

El monstruo lo soltó y lo dejó caer al suelo, donde lo tomó de los brazos y colocó sobre su hombro. Teseo no se quejaba, apenas y podía sentir como su cuerpo era llevado por aquel animal, y si iba a morir pronto, al menos lo haría inconsciente y sin dolor.

Pasaron varios minutos, el azabache permaneció inmóvil sintiendo el calor que desprendía el cuerpo del Minotauro quien le generaba cierta comodidad por la fría temperatura del lugar. Avanzaron hasta un sitio que Teseo logró memorizar en el mapa, el cual se esforzó por no dejar caer en ningún momento.

Iban camino al pozo, si doblaban a la izquierda llegarían más rápido. Oh, lo hicieron.

El menor abrió un poco más sus ojos para observar alrededor, y era exactamente como indicaba el mapa: Un pozo del tamaño de una habitación, rodeado de enredaderas con flores blancas que desprendían cierto olor dulce, y que se elevaban por todo el muro hasta el techo. La única forma de llegar al siguiente pasillo era nadando.

No tuvo mucho tiempo para pensar cuando ya el monstruo lo había tomado en brazos y lo tiró al frío pozo como si ya no aguantara más tenerlo encima, llevándose un fuerte golpe contra el agua. Con el simple contacto con el líquido, TaeHyung sentía como todo el dolor que tenía hace unos segundos se esfumara para ser sustituido por una energía que lo revitalizó al instante. Se sentía nuevamente vivo, pero hundiéndose a cada segundo. El mapa estaba con él, se mojaba conforme se hundían y se perdió de vista en el fondo. La criatura saltó tras él y nadaba con una velocidad que Teseo deseó tener, rodeando al menor con sus brazos y sacándolo del agua antes de que lograra recuperar los mapas. Quiso volver por ellos pero ahora el monstruo lo llevaba a la fuerza a la superficie. Ahora estaba completamente limpio, curado y enojado.

La única guía que tenían del camino estaba ahora en el fondo de ese oscuro pozo, iban a deshacerse ahí y él no podía decir ni hacer nada por culpa de ese ser.

El monstruo no lo dejó morir, (era claro que sobreviviría bajo el agua, pero lucía como cualquier mortal y se hubiera ahogado de serlo) sino que lo sacó y lo llevó a rastras con él hasta el otro lado, por un pasillo y otro. No lo atacó en ningún momento, solo iban juntos en silencio con el menor sobre sus hombros y eso le preocupaba a TaeHyung, tal vez sería una trampa y lo mataría, o lo llevaría hasta lo más profundo del laberinto y lo dejaría perderse.

- ¿Vas a comerme? - se sentía un idiota al preguntar eso, pero no le importaba. Miraba directamente al monstruo ahora. Su cuerpo completamente expuesto, su pelo mojado y sus cuernos goteando. TaeHyung estaba totalmente seco, gracias al extraño poder de su padre al salir del agua se veía sin rastros de humedad.

THYSÍA |KOOKV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora