THYSÍA |KOOKV|

●Capítulo 26●

Pasó un día, y TaeHyung se hallaba bajo el agua, conversando con la náyade del pozo, quien asombrada lo escuchaba mientras él lloraba sobre la arena. Las algas los cubrían a los dos, que estaban sentados en el fondo.

-... Es que por un momento creí que los volvería a ver, creí que podríamos salir todos de aquí... creí que JungKook los dejaría con vida o que lograrían escapar... Pero en el fondo sabía que eso era imposible. JungKook los asesinó a todos... podría hacerlo conmigo en cualquier momento, no sé que hacer... estoy tan agotado.

- Es comprensible que te sientas de esa forma, la mayoría de los héroes no comprenden porqué deben cumplir con misiones tan arriesgadas a veces, pero déjame decirte que tu misión es más sencilla de lo que parece. Aquel joven que tu consideras un monstruo, ha estado aquí toda su vida y nunca ha dejado a nadie vivir, salvo a ti – el mestizo asintió sin apartar la vista del suelo, con su rostro hinchado- Debes seguir adelante aunque estés enojado. Porque Atenas necesita que regreses, y tú necesitas regresar a Atenas. Perdona a ese muchacho y continúa luchando, arreglen sus diferencias y compréndelo, él sufre cuando asesina a esas personas. Lo he visto... pero no lo hacía conscientemente y lo sabes – el mestizo sintió un temblor de pena en su pecho. - También he visto el miedo en sus ojos cuando ve su figura reflejada en el agua, es como un niño, necesita protección y amor.

El menor sintió la fría mano de la anciana tomar la suya, le sonrió con sus dientes mohosos y lo animó a que continuara con la misión. Se levantó y se despidió de la náyade no sin antes agradecerle por sus consejos, llegó a la superficie con ayuda de la enredadera de las paredes y caminó sobre sus pasos para reencontrarse con el mayor.

¨Es como un hijo para mí¨ decía la anciana ¨lo vi desde que era un niño, siempre deprimido y solo, luchando contra su hambre y su sufrimiento sin poder siquiera morir por sus propias manos... anhelando la libertad, por eso me mostré ante él y le dije que vendrías a salvarlo, por favor no me hagas quedar como una mentirosa, porque sabes que lo que le dije es verdad¨

Caminaba lentamente por los pasillos, respirando profundamente para calmarse hasta que llegó al lugar en donde había abandonado al castaño, pero al llegar no encontró rastro de JungKook.

Era obvio que después de un día de lejanía el moreno estaría en cualquier lugar del laberinto, pero una corazonada de indicaba que este no se había movido. El pasillo estaba vacío y silencioso, TaeHyung caminó por el lugar mientras con su mirada inspeccionaba los alrededores, pero cuando escuchó el sonido de la vara de metal (que tenía Delia antes) caer, corrió hacia el sonido con el corazón hecho un puño. En una de las habitaciones se encontraba JungKook de rodillas, conteniendo las lágrimas mientras sostenía firmemente la barra de metal contra su cuello.

Teseo fue directamente hacia él y le arrebató la vara antes de que la clavara en su cuello, impidiéndole morir. Pero JungKook forcejeó y trató de continuar con su plan, luchando contra TaeHyung para quitarle la varilla de metal. El mestizo empujó al más alto y lanzó la vara lejos de ellos, después tomó al pálido del rostro y lo mantuvo quieto mientras este volvía a llorar.

- ¡¿Qué crees que haces?! ¡¿Estás loco?!

- Yo solo... quería ser libre...

- Pero yo estoy aquí para lograr eso, ¿No lo entiendes? Por los dioses... lamento haber dicho todo eso, fue un error. Estaba enojado, pero no quería que llegaras a este punto... por favor no lo vuelvas a hacer... saldremos de aquí juntos, no me dejes solo.

JungKook lo miró por un momento y asintió, obedeciendo nuevamente. TaeHyung acarició su cabello, el cual se encontraba húmedo por las lágrimas y sudor del mayor. Pasaron unos instantes donde se disculparon una vez más por sus errores y prometieron seguir juntos su camino hasta descubrir el significado de los garabatos del mapa #1. TaeHyung le contó a JungKook sobre su conversación con la náyade y le prometió tener más paciencia esta vez. Se secaron las lágrimas y salieron de aquel pasillo nostálgico.