●Capítulo 21●

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Sentía como su interior quemaba en cada movimiento del monstruo, la sangre escurría por sus muslos y no paraba de quejarse. Miraba al monstruo y balbuceaba que se detuviera, sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas y su cuerpo era elevado por el minotauro, quien lo sostenía de las caderas y empujaba en su interior con su miembro tan duro y grande que lo rompía por dentro, ese pene no era normal... era algo que no debería volver a entrar en nadie más porque lo mataría, TaeHyung sentía que moriría en unos segundos si lo continuaba embistiendo de esa forma tan ruda y rápida.

Hubiera preferido que lo matara, que se lo comiera como a los demás, o que simplemente lo hubiera noqueado antes de cometer ese abuso, ¿por qué lo hacía? Era una bestia, su único instinto era el hambre, el asesinato, nada más. Y ahora solo estaba ahí, gruñendo con su hocico apoyado en su oído mientras sus dedos recorrían el tenso cuerpo del menor.

- Ah... n-no me toques, para ya – su pene estaba siendo estimulado por los dedos de la criatura, pero él no deseaba ser tocado. Quería que se detuviera y lo dejara en paz.

¨Mátalo solo cuando sea absolutamente necesario¨

¿No era este un momento absolutamente necesario para hacerlo?

El dedo pulgar del semi humano recorría lentamente el glande del menor ejerciendo una leve presión, ya estaba un poco húmedo. Odiaba sentir como su cuerpo comenzaba a reaccionar por las caricias, pero era mejor sentir placer que sentir dolor, y su interior ardía pero era aplacado con el placer de la lengua que lamía su cuello y con los dedos que rodeaban su longitud.

TaeHyung apoyó sus manos en la pared y se dejó llevar, si quería sobrevivir a esto tenía que concentrarse en el placer y no en el dolor y cerrando sus ojos y centrándose en el cosquilleo que lo recorría, aceptó su destino con un movimiento de cadera contra aquella mano que lo masturbaba. Movió su cabeza a un lado y le permitió al monstruo lamerlo con mayor acceso en su cuello. Lo masturbaba con más rapidez y lo penetraba con un ritmo más armónico, acariciando los hombros del menor con la fría argolla metálica de su nariz y mordiéndolo suavemente. El muchacho gimió, esta vez por placer, jadeando con la boca abierta y elevando su trasero para permitirle un mejor embiste al monstruo, quien encantado se agitó en su interior y después tomó al menor de la cadera para darle vuelta sin salirse de él, colocándolo ahora frente a frente y con la espalda en la polvorienta pared.

Al menor le dio un escalofrío al sentirse acorralado de esa manera, con las manos atadas en la espalda y aplastadas entre él y el muro, con un monstruo embistiéndolo y su respiración provocándole sensaciones increíbles en el pecho. Levantó la mirada y se dio cuenta de lo extraña que era la escena, pero le excitaba esa rareza.

Un semi toro lo miraba fijamente, con sus pupilas dilatadas y el ceño fruncido mientras gruñía y respiraba entrecortadamente, concentrado en moverse y tocarlo al mismo tiempo para que sintiera tanto placer como él. Su pecho y abdomen firme lleno de pequeñas gotitas de sudor y sus fuertes brazos sosteniendo las nalgas de TaeHyung mientras lo penetraba más lentamente. El mestizo lo abrazó con las piernas, ignorando los amenazantes cuernos y el rostro animal de su captor, sintiendo más profundamente su pene palpitante y su lengua recorrerle los pezones por encima del chitón.

Apoyó su barbilla en la frente del Minotauro y este continuó su movimiento con las caderas mientras movía a un lado la tela de la vestidura para lamer la dulce y lechosa piel que se erizaba, temblaba y endurecía. Teseo estaba disfrutando cada toque que recibía y su cuerpo se convirtió en un montón de jadeos y temblores. El minotauro por su parte pasó su larga lengua por la mejilla de TaeHyung y jadeó una última vez mirando hacia el techo.

- Estoy a punto de acabar – las cadenas marcándose en sus muñecas. - Sigue... no te detengas... ah... vamos – frunció el ceño mientras hablaba, con sus pies empujó al monstruo aún más dentro de él y este lo abrazó con fuerza, mirándolo a los ojos y dejándose ir en su interior.

Su gruñido hizo eco en las demás celdas, y su semen se disparó en el interior del muchacho, llenándolo de un calor que recorrió su columna y que al sentir como aquella criatura acababa dentro de él, alcanzó el clímax y liberó su esperma en la mano del minotauro, gimiendo en voz alta ante la sensación de éxtasis en la que estaban envueltos los dos, sin apartar la vista el uno del otro y sin soltarse en ningún momento, entre jadeos y fluidos.

Se miraron en silencio por unos segundos, y después la bestia salió de su interior, derramando los restos del semen que salía de su entrada por el suelo. TaeHyung cayó inconsciente poco después y lo último que vio fue al monstruo lamer la mano en la que se había corrido, saboreando el semen del mestizo antes de caer desmayado a su lado en un golpe que hizo retumbar las paredes.

[...]

Dos horas después, amaneció. Sin embargo el joven humano despertó entrada la tarde, completamente adolorido y con la vestidura hecha un desastre, el cabello revuelto y moretones en sus piernas y abdomen.

Marcas de dedos y saliva seca lo envolvían, apenas y podía moverse ya que seguía encadenado en una posición incómoda, con los brazos por encima de su cabeza y el chitón levantado, exponiendo sus atributos. Pero logró arrodillarse y mirar alrededor, acomodando su ropa con el poder de la gravedad. La luz del sol se filtraba por el techo, que a como pudo ver, estaba hecho de una ligera capa de enredadera. Todo era más visible ahora, las celdas, las paredes y el minotauro acostado a su lado.

Un momento...

Una serie de flashbacks invadieron la mente del menor, con él pidiéndole al monstruo que lo embistiera más, con él gimiendo de placer y con él viniéndose con fuerza al mismo tiempo que el semi toro.

Oh no... no no no... no pudo pasar eso... él fue forzado, lo fue, era culpa de aquel monstruo por encadenarlo que no logró defenderse y por eso lo poseyó.

- Hey, despierta – el muchacho acercó su pie a la espalda de la bestia y le dio suaves golpecitos para que reaccionara. El enorme cuerpo se removió en el suelo y TaeHyung casi grita al ver el rostro de aquel ser.

El monstruo gruñó antes de sentarse y se talló los ojos con las manos, pero después ahogó un grito y se puso de pie de inmediato, tocándose el rostro con los dedos. Había perdido los cuernos y el pelaje, tenía una nariz pequeña y suave, mejillas, la cabeza más pequeña y orejas a los costados.

- Oh por Zeus – dijo con voz ronca antes de mirar a TaeHyung. - ¡Funcionó, de verdad funcionó! – se arrodilló frente al mestizo y lo tomó del rostro para después juntar sus frentes mientras lloraba – Lo has conseguido, has conseguido ayudarme...

Lloraba con mucha intensidad, hipando y convirtiendo su pálido rostro en uno completamente rojo y lleno de mocos y lágrimas. Un desastre.

TaeHyung no entendía qué sucedía, no sabía quien era aquella persona.

¿Sería algún sobreviviente? No lo recordaba, pero tampoco entendía qué hacía allí.

¿A dónde fue el monstruo?

¿Qué diablos estaba pasando?

THYSÍA |KOOKV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora