– Bien, ya tenemos al bodoque, ¿ahora qué? – preguntó Dabi a la autora intelectual del secuestro improvisado.
– Oh, no lo sé – respondió pensativa – podemos cortarlo – dijo encogiendose de hombros.
– ¿Qué dijiste?, ¿Cortarlo?, si no sabías que ibas a hacer con él, no debiste abrir tu bocota – recriminó el pelinegro intentando calmar a su hermano, y es que después de que se alejaran el niño no dejó de llorar y entre sollozos llamar a ese tal Kacha.
– No pensé que llegaríamos tan lejos, es un nuevo logro desbloqueado para la Liga, ¿no creen?
– Is in nivi ligri piri li Ligui, cállate idiota, siempre hablando y proponiendo de más sin saber que hacer después.
– Dejen de pelear, parecen un matrimonio - Shigaraki se estaba poniendo de malas, por qué el niño no se callaba y sus dos acompañantes no ayudaban en nada – calla a esa bola, debo pensar que hacer con él.
– ¿No lo vas a cortar? – preguntó la rubia extrañada
– No soy un monstruo que mata niños – hizo una mueca de indignación.
– Daaale, pero si los secuestras, este es el segundo – se burló el de las quemaduras.
– Ese tipo nos hubiera sido de utilidad si no fuera porque el señor All Might y todos sus secuaces jugaron a ser la justicia y lo rescataron, esa cosa que tienes ahí no sirve para nada, es sólo una bola de carne y ni habla, no sería divertido siquiera intentar torturarlo.
A Dabi se le quitó un gran peso de encima al escucharlo.
– ¿Entonces...?, ¿A comprar pañales?, ¿Comida?
– Eso es obvio, no podemos hacer nada más, hasta que se me ocurra algo, por ahora estoy satisfecho con las caras de esos cuatro.
Y así se dirigieron a una tienda a comprar todo lo necesario para su nuevo pequeño integrante.
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Cuando llegaron a su "guarida" el niño ya se había dormido.
– ¿Por qué se tardaron tanto? – preguntó Kurogiri – OH POR DIOS, ¿ESO ES UN BEBÉ?
– Cállate, por fin dejó de llorar.
– A Shiga no se le da el cuidar niños – se burló Himiko.
– ¿Por qué lo trajeron entonces?
– Para probar algo nuevo, ¿no te cansa ser villano todo el tiempo?, ahora eres niñera
– ¿Dónde va a dormir?, ya no siento los brazos – Dabi tenía cara de incomodidad.
– Déjalo en el sillón, idiota – Tomura respondió como si fuera lo más obvio.
– ¿Y si se cae?
– No se va a caer.
Y con eso lo depositó con cuidado en el sillón.
– ¡¿QUÉ ES ESTOOOO?! – Twice empezaba a entrar en pánico.
– Lo vas a desp- – no terminó de hablar cuando Shoto empezó a llorar en el sillón y de inmediato tuvo que ir a tranquilizar a su hermano.
– Ya estarás contento – si las miradas mataran él ya estuviera muerto, Tomura parecía una mamá muy enojada.
