¿Ese es Shoto?

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Ya había amanecido y Aizawa se encontraba hablando de nuevo con el director.

¿Se molestó esa pequeña rata?, claro que sí y él ni siquiera tenía la culpa de tener alumnos... despistados, por no decirles de otra manera.
Sin duda va a tener que ser mucho más estricto con ellos.

Después de que Midnight y Present Mic convencieran al antiguo héroe número uno de que no podía asistir al rescate de Todoroki, se estaban encaminando a la estación de policía para pedir refuerzos, claro estaba que debían ser discretos, no se iban a permitir estar en televisión, Aizawa ya no quería dar explicaciones a la prensa, no otra vez.

Los alumnos de la clase 1-A se encontraban dormidos, o eso se suponía.

Katsuki nunca pudo conciliar el sueño.
Midoriya se la pasó llorando toda la noche por ser un mal amigo.
Uraraka sólo miraba las fotografías con su bicolor amigo.
Tenya no sabía qué hacer, todavía no lo asimilaba del todo.

Y como si el mundo estuviera en su contra, justo cuando ya empezaba a cerrar los ojos, el imbécil de Kirishima abre la puerta de su cuarto.

– ¡Bakubro!, ¿no estabas con tu familia?

– ¡¿QUÉ TE IMPORTA?!, ¡¿POR QUÉ MIERDA ESTÁS AQUÍ?!

– Woh, hermano tranquilízate, vamos a salir y venía a llevarte, invitarte no, porque nunca quieres.

– No gracias, tengo bastantes cosas que hacer y pensar, no voy a perder mi tiempo con ustedes.

– Por eso no te estoy preguntando, ¿dijiste gracias?, hermano ¿estás bien? – dijo y colocó una mano en la frente del cenizo.

– ¡¿QUÉ MIERDA KIRISHIMA?! – de un manotazo alejó a su amigo.

– No tienes fiebre, ¿te sientes bien?

Y antes de que el otro pudiera decir algo, el pelirrojo había llamado a sus demás amigos y en un abrir y cerrar de ojos, su cuarto estaba lleno de bobos.

– Recibimos la tiburonseñal bro, ¿todo bien? – dijo Kaminari al entrar – ¡OH KACCHAN!, ¿te enfermaste bebé? – dijo para después abrazarlo.

Bakugo lo empujó y el otro cayó.

– ¡BAKUGO, ESO NO ES VARONIL DE TU PARTE! – gritó Kirishima para ayudar a su bobo no novio.

Poco después enteraron Mina y Sero agarrados de la mano, sí, por eso ya no quería pasar tiempo con ellos, todos estaban saliendo, en el caso de Kirishima y Kaminari, estaban en proceso.

Él se sentía fuera de lugar, no había nadie que le llamará la atención y si se veía un poco interesado en el bastardito bicolor, era porque quería ayudarlo un poco, no más.