La Verdad No Contada

Capítulo Diez

Harry se paró en frente de su espejo mientras se arreglaba la chaqueta del traje. Había mirado en su armario durante treinta minutos antes de irse de compras y había estado todo el día comprando de todo excepto un bonito conjunto hasta que llegó a la última tienda. El código de vestimenta era casual-elegante, así que Harry se aseguró de ir un paso más alto y sabía que el agua se enfriaba más rápido, por lo que se vistió tan abrigado como lo permitía la moda y también para poder robar una de las chaquetas de sus parejas. Porque convenientemente olvidaría esto.

—Harry, son las cinco y media —dijo Sirius tocando la puerta.

—Aún tengo treinta minutos para admirarme —Harry dijo sonriendo mientras agarraba algunas bálsamos labiales—. Además, el barco no sale hasta las ocho.

—¿Queremos llegar temprano no? —Sirius dijo mientras Harry caminaba a la puerta y se ponía su bata de baño tratando de tapar su atuendo mientras abría la puerta.

—¿Con qué bálsamo labial te gustaría besarme? ¿Fresa, Sandía, Fruta de la Pasión o sin sabor? —Preguntó Harry alzando las barras, la risa de James se podía escuchar en el fondo.

—No recuerdo haber dicho que te besaríamos —dijo Sirius sonrojándose.

—¿Con qué sabor me quieres besar esta noche? —Harry preguntó de nuevo.

—¿Remus? —Remus levantó la vista del libro que leía sobre alfas y los cambios que tendría cuando se apareara, que Harry le había conseguido. Se levantó del sillón, fue hacia ellos, tomó un bálsamo y lo abrió para olerlo. Olió todos yendo entre fruta de la pasión y sandía.

—¿Cuál te gusta más Pads? —Remus preguntó haciendo que los ojos de Sirius se agrandaran—. ¿Qué? Es un beso, Sirius. Ha esperado suficiente por uno ¿no crees?

—Bueno, no necesitamos anunciarlo enfrente de sus padres —Sirius dijo mirando a James y Lily que los miraban a su vez.

—¿Tratando de ocultar cosas ya Sirius? —Bromeó James.

—¿Preferirías que anuncie los planes que tengo con tu hijo esta noche James?

—No. No realmente. Estoy bien imaginándome un pequeño, diminuto beso en los labios por el resto de mi vida.

—Ven. James no quiere saber —Sirius tomó los dos bálsamos y los olió atentamente.

—Creo que fruta de la pasión.

—Fruta de la pasión entonces —Harry tomó sus bálsamos de regreso y cerró la puerta de su cuarto con seguro antes de dirigirse al espejo mientras se quitaba la bata. Terminó retoques de último minuto unos minutos después, se puso sus zapatos y fue a la puerta. No no esperaba que Sirius se cayera de espaldas cuando abrió la puerta, Harry pudo haberlo evitado, pero era algo divertido ver sus brazos volar y su cuerpo caer al suelo.

—Una pequeña advertencia la próxima vez que abras la puerta sería genial —Sirius dijo desde el suelo mientras se frotaba la cabeza.

—¿No te dijo tu padre que no te apoyaras en la puerta del dormitorio de tu prometido?

—Cállate —dijo Sirius empujándose sobre sus codos solo para que sus ojos se agrandaran mientras hacía una minuciosa mirada—. No... absolutamente no. Cámbiate.

—No —dijo Harry, pasó sobre él y salió de su cuarto, Remus lo miró con los ojos muy abiertos también, haciendo que Harry sonriera de lado.

—Estoy con Sirius en esta, deberías ponerte algo menos... ajustado.

—Nop. No va a pasar —Harry dijo caminando hacia él para arreglar la solapa de su chaqueta de tweed—. ¿Alguna vez usas algo que no sea tweed?