La Verdad No Contada

Capítulo Dos

Era casi una semana después cuando una hermosa lechuza color nieve aterrizó enfrente de James en la mesa al aire libre con una caja atada a su pata.

—¿De quién es esa lechuza? —Sirius preguntó.

—¿Qué? Oh.. am.. déjame checar —James tenía la sensación de que sabía exactamente quién había mandado la lechuza, especialmente cuando desató la caja y esta creció unos centímetros. En la caja estaba la misma caligrafía que en la carta de hace una semana—. Es solo un contrato comercial —James mintió parándose rápidamente y tomando la caja con él a su oficina donde la abrió precipitadamente.

Dentro había un rollo de pergamino con un sello que sostenía una pequeña aguja cubierta que le decía a James que era un sello de sangre y que solo se abriría para alguien de la misma sangre. Luego había un frasco de sangre y lo que parecía un recuerdo en un frasco aparte. Tomó los tres objetos, los puso en su escritorio y miró a la última cosa en la caja. Un marco de fotos. En la foto había un montón de adultos, algunos niños y algunos adolescentes, pero en el centro del grupo había una copia de James con 16 años. El fondo mostraba un bosque y James pensó que podía ver una cabaña, pero era muy difícil de decir y no quería quitar la vista del chico por mucho como para descubrirlo. Volteó el marco, vio las palabras "Los Idiotas Que Trataron de Criarme" en él y sonrió, estaba feliz de que Harry tuviera mucha gente que se preocupara por él. Dejó el marco en el escritorio y agarró el pergamino primero, picó su pulgar después de quitar la funda esterilizada dejando que su sangre corriera por la aguja. Fue instantáneo, el sello cayó y el pergamino se desenrolló mostrando una prueba de sangre sin imágenes y solo con nombres.

Harrison James Potter - Charlie Archer Potter - Ariel Lily Potter

Jameson Fleamont Potter - Lillian Rose Potter (de soltera Evans)

James se quedó mirando fijamente al pergamino por algunos minutos, sentándose pesadamente en su silla. Su hijo estaba vivo, si estuviera muerto habría enseñado la fecha de la muerte. Pasó una mano por su cabello sin estar seguro de como le daría las noticias a su esposa.  Un golpe en la puerta llamó su atención y cuando levantó la vista vio a Remus y Sirius entrando a su oficina. Cerraron la puerta detrás de ellos y James supo que sabían que algo estaba pasando, ya que sabían que él les había mentido antes, como Lily lo habría sabido si hubiera estado en la mesa y no en el jardín.

—Bien —dijo Sirius alzándole una ceja a James que se reusaba a sentirse culpable—. Te dimos unos minutos para ti pero queremos sab... ¿Eso es sangre? —James rápidamente agarró la sangre antes de que ellos pudieran, lo que solo los hizo sospechar más.

—James.

—Lo estoy manejando. Tengo que hacer esto solo —James le dijo a sus dos mejores amigos.

—¿Por qué? ¿Qué está pasando? —Remus preguntó—. ¿Esa es tu sangre? Huele... familiar de alguna manera —James presionó sus labios juntos y luego suspiró.

—No le pueden decir a Lily... no aún... no hasta que tenga evidencia solida. No hasta que esté seguro —James les dijo.

—James, tu sabes que puedes confiar en nosotros —dijo Sirius, James abrió el cajón de en medio de su escritorio, sacó la primera carta, después puso el árbol genealógico detrás y le pasó ambas cosas a Sirius. Remus leyó por encima del hombro de su esposo y cuando vieron el árbol, James los vio tensarse antes de mirarlo.

—Crees... —antes de que Sirius pudiera continuar, James le enseñó la foto—. Joder —Sirius se sentó pesadamente en una silla—. Lily va a matarnos por ocultarle esto, ¿lo sabes no?