Capítulo Veinticinco

4.5K 317 30
                                    

—Deberías estar avergonzado —le dijo Travis a Remus—. Gracias Marshal —Marshal asintió mirando brevemente a Remus antes de marcharse—. Harry está en peligro todos los días de ser forzado a hacer algo si el alfa correcto se apodera de él.

—Harry puede defenderse. Nos lo ha dicho.

—Sí, puede, pero no por treinta minutos y para entonces estará demasiado débil para hacer algo más que obedecer. Será un completo sumiso en manos de un alfa peligroso. Tienes que aceptar que esto es una parte de ti.

—Siempre me han dicho que lo reprima. Me han enseñado que lo que mi lobo quiere no es bueno.

—También te han dicho que tu lobo es una bestia salvaje que atacará niños y sabes que eso no es verdad. Por ahora te puedes ir.

Remus se alejó como un cachorro temperamental y Travis negó con la cabeza. Sabía que aceptar a un lobo sin entrenamiento y sin antecedentes en una manada iba a ser duro, pero un alfa que se sentaba allí y... Travis sacudió la cabeza. Sabía que eso sólo significaba que tendría que esforzarse más, y a él siempre le gustaban los buenos retos.

—¿Mi alfa? —Travis se giró y sonrió suavemente al ver que Milo se acercaba a él.

—¿Sí, Milo?

—¿Cómo estuvo el entrenamiento?

—Lo conseguimos. ¿Necesitas algo?

—Se ha hablado entre algunas de las manadas de delincuentes. Quieren a Harry. Alpha, no somos una manada que lucha.

—Relájate Milo. Tenemos aliados.

—No muchos.

—Trabajaremos en ello. ¿Dónde escuchaste eso de todos modos?

—Olympus. Regresó hace unos momentos de sus viajes —dijo Milo mientras miraba más allá de los árboles—. ¿Y si atacan?

—Ellos son manada ahora, nosotros protegemos nuestra manada —dijo Travis fácilmente.

—¿Y si se llevan a Harry?

—No lo harán. No te preocupes por esto. No eres un luchador. Los Omega no luchan, recuerda. Estás entrenado para la autodefensa, no para una batalla.

—Harry...

—A Harry se le dirá su lugar una vez que se instale. Sigue siendo un omega, uno grande, pero no es un luchador natural. Será puesto fuera del ring por Candance en cinco segundos, ya lo verás —dijo Travis ahuecando la mejilla de Milo suavemente—. Vámonos pequeño —ninguno de los dos notó a unos lobos espiando en los árboles complacidos de escuchar que no permitirán que Harry pelee ninguna batalla.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Pasaron unos días en los que Sirius le dio a Remus la ley del hielo y Harry quedó atrapado en medio de una pelea muy incómoda y rara. Por suerte, Sirius acabó perdonando a Remus y las cosas volvieron a la normalidad. Sin embargo, todos estaban sobrecargados de trabajo con la escuela, Dumbledore, Peter, el entrenamiento y cualquier otra cosa que les cayera encima. Harry no se había tomado bien la noticia de que los omegas no peleaban. En absoluto.

Había discutido durante días, le había dicho a Travis que podía con cualquier Beta que le lanzara, lo que le valió risas de la manada, pero los ignoró. Travis no lo permitió y sólo dejó que Harry luchara en el ring con otros omegas que fueron inmovilizados en menos de un minuto. Travis seguía sin ceder y eso enojaba a Harry.

Travis había hablado con algunos alfas acerca de la manada de bandidos que quería a Harry y de la posibilidad de un ataque. Con esa noticia, muchos omegas y betas fueron enviados a sus manadas aliadas y a hacer más aliados. Todos fueron un éxito y volvieron con el segundo al mando de cada manada a la que fueron enviados y comenzaron un plan por si acaso. Entonces Travis fue aún más idiota y asignó a una hembra beta de veintiún años como omega y protectora de cachorros en lugar de Harry que tenía el estatus antes.

La Verdad No Contada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora