Capítulo Quince

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¡¡MENCIONES DE TOCAMIENTOS NO CONSENTIDOS, SANGRE, AMPUTACIÓN DE PENE, MENCIONES DE ORALES FORZADOS BREVEMENTE!!

Los heats eran lo contrario a los ruts. Durante un heat, los peores días eran los últimos, mientras que los peores días de un rut eran los primeros. Así que ninguno de los dos durmió mucho los últimos días porque la necesidad y el lubricante de Harry los mantenían despiertos. Cuando Harry se despertó relativamente seco y con su erección matutina normal, estaba emocionado de volver a ver a Remus.

Bajando del colchón, agarró una de sus batas, una blanca de seda muy ajustada, y se la ató a la cintura. Se apresuró a salir de las habitaciones privadas y asomó la cabeza en la suite principal, luego corrió por la habitación hacia la puerta de Remus al no ver a nadie. Harry abrió la puerta y se deslizó dentro de la habitación, cerrándola suavemente tras él.

Remus estaba profundamente dormido de espaldas, con los brazos extendidos por encima de la cabeza. Harry se lamió los labios mientras sus ojos viajaban hasta donde las sábanas empezaban justo en sus caderas. Fue hasta la cama y se acercó a Remus, levantando rápidamente una pierna para sentarse a horcajadas sobre él. Harry sintió que Remus se movía debajo de él, lo que hizo que el agujero de Harry se apretara al sentirlo.

Mordiéndose los labios, se levantó y llevó delicadamente la suave erección contra el estómago de Remus, para no presionarla. Se inclinó para presionar un suave beso en la mejilla de Remus y luego lo repitió hasta llegar a sus labios donde presionó otro.

—Alfa... —susurró Harry, hociqueando a Remus—. Alfa... —Remus tarareó somnoliento—. Despiértate y ponme atención. Te he extrañado —otro tarareo, después un poco de movimiento, Harry resopló, después se inclinó y mordió la mejilla de Remus hasta que abrió un ojo para verlo.

—¿Me estás mordiendo?

—Quiero atención —Remus se rio entre dientes con diversión mientras sus manos iban a los muslos de Harry, sus ojos se agrandaron y miró hacia abajo, después levantó la mirada encontrándose con la de Harry—. Ahora que tengo tu atención.

—¿Dónde está el resto? —Preguntó Remus jalando los extremos de la bata.

—Oh, venía con unas bragas blancas de encaje con las que no creo que merezcas verme —los ojos de Remus se agrandaron aún más mientras levantaba un extremo sólo para revisar, haciendo que Harry le diera un manotazo.

—Lo siento. Estoy calenturiento en las mañanas y normalmente necesito algunos minutos para calmarme —dijo Remus apretando sus muslos.

—Quería, no, necesitaba verte.

—Está bien, también te he extrañado, y a Sirius. No hemos dormido separados en años. ¿Dónde está? ¿Sigue dormido?

—Sí, eso creo. Sólo necesitaba verte y no pensé mucho en eso.

—Está bien, me levanté para orinar y te habías ido, así que supuse que habías venido aquí. Hola guapo —dijo Sirius cerrando la puerta detrás de sí antes de subir a la cama besando a Remus—. Buenos días hermoso —besó la mejilla de Harry antes de acostarse de lado para verlos.

—Los he extrañado. La cama estaba muy vacía —les dijo Remus.

—No dejes que te mienta. Estaba extendido cubriendo cada centímetro de la cama cuando vine —Harry le dijo a Sirius mientras se removía hasta que estaba recostado cómodamente sobre Remus.

—Te creo. Era un acaparador de camas antes de que empezáramos a compartir una permanentemente y le costó un tiempo compartir.

—Oh calla, yo también te extrañé. Nosotros tres no hemos dormido separados en días y tú y yo no hemos dormido separados en años.

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