La Verdad No Contada

Capítulo Diecinueve

Nota de la Autora:

>>1- ¿Es mi mejor capítulo? NO. 2- ¿Estoy orgullosa de este capítulo? También no. 3-¿Lo voy a reescribir? No, joder, no.<<

>>Dicho esto, tuve a los hijos de mi hermana en mi casa (de 7, 5 y casi 3 años) con mis dos gemelas de 2 años, así que no pude escribir una buena escena de sexo. Así que me disculpo por este desorden aquí.<<

>>Advertencias: um..bueno... SEXO al fin. mamadas, digitación anal, rimming, anudamiento, menciones de sangre, pérdida de virginidad, nalgadas ligeras (como literalmente no debería ser una advertencia).<<

—Apágalo —se quejó Harry.

—Es el sol, Harry. No podemos sólo apagarlo —dijo Sirius mientras agarraba el brazo de Harry y lo jalaba lejos de la calle a la que casi caminaba—. El hotel está por aquí.

—Dime otra vez por qué no sólo llegamos por chimenea al vestíbulo.

—Porque habrías vomitado en el hotel como vomitaste cuando aterrizamos —le dijo Remus.

—Bueno, ¿por qué carajos dejaron que me emborrachara?

—Primera vez para todo, supongo —dijo Sirius encogiéndose de hombros haciendo que Harry soltara un gemido miserable.

El paseo hasta el Hotel Santorini Princess fue corto en general, pero fue miserable para Harry, que se protegió toda la cara del sol como pudo. Sirius fue a registrarlos cuando llegaron al vestíbulo y volvió con las llaves de dos habitaciones. Se dirigieron al ascensor; a Harry le picaba la necesidad de complacer a sus compañeros.

Tenía que darles placer una vez por hora y se estaba acercando a la hora y media teniendo en cuenta que Harry tardó más de lo previsto en terminar de hacer la maleta. Había despertado a sus compañeros con una mamada cambiando entre ambos y bajando un poco más que antes, pero seguía nervioso por cualquier detonante para el que no estuviera preparado. Especialmente en este día.

Cuando el ascensor se abrió al corto pasillo que conducía a su cuarto en la azotea, Harry los arrastró hasta la puerta. La abrió rápidamente y luego los arrastró a la habitación, cerrando y asegurando la puerta, luego se arrodilló frente a Remus.

—¿De verdad? ¿No podemos movernos al sofá al menos? —Harry miró hacia donde se encontraba un sofá blanco más adentro de la habitación y luego a Remus y negó con la cabeza antes de presionar su mejilla contra su muslo—. Pero está a tres metros —se quejó Remus.

—¿En serio te quejas de una mamada? —Preguntó Sirius mientras llevaba las bolsas más adentro de la habitación—. Sólo bájate los pantalones y deja que te la chupe Lunático. No siempre va a querer hacerlo, sabes —le dijo haciendo que Remus pusiera los ojos en blanco, pero se quitó el cinturón que rodeaba sus pantalones.

Harry se lamió los labios con anticipación mientras Remus se quitaba los zapatos y luego los pantalones revelando nada debajo, excepto su polla llena. Se inclinó hacia él y le lamió la cabeza y luego se la metió en la boca cerrando los ojos de placer cuando el picor disminuyó un poco. Remus se apoyó en la puerta echando la cabeza hacia atrás con un gemido mientras Harry lo chupaba sintiendo cómo la polla se endurecía y se alargaba alrededor de sus labios.

Después de terminar con Remus, encontró a Sirius desnudo con las piernas abiertas y la polla dura esperando a ser chupada, sentado en el sofá pasando canales en la televisión muggle que tenían en la habitación teniendo en cuenta que era un hotel muggle/mago. Harry se arrastró hasta Sirius y no pudo resistirse a chuparle los huevos por un momento antes de subir a la cabeza y lamerlo. Remus se arrodilló en el cojín a su lado y besó a Sirius mientras Harry lo chupaba.