parte 1 comienzo

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Narrador.

- ¡eso es muchachos, sigan así! - decía un hombre barbudo, de gran estatura, mayor pero con un espíritu energético. Caminaba a paso veloz observando cómo los yetis avastecían los almacenes y algunos comenzaban a crear moldes para nuevo juguetes. - ¡ese avión lo quiero de amarillo. El caballito de madera debe ser más bajo, son para niños de 4 años. Y a esa muñeca ponle una mechas de colores! Oí que estarán de moda este año... - dijo más pensativo evaluando todo. Aunque apenas empezaba el año, todo debía marchar bien desde el principio para que al final todo salga excelente.

- ¡NORTEEE! -

- arch... - se quejó al reconocer la voz de un conejo a punto de quejarse.

- ¡debes detener a esos dos, ya! - dijo llegando hasta el hombre. - ¡ese diablillo de hielo hizo un desastre en mi madriguera ¡y gisel es su complice! - decía exaltado y enojado.

- otra vez... - dijo norte rascando su cejas sin saber qué hacer con ese jack ¡y de paso corrompía a Gisel!

- ¡ya no lo soporto! - decía mientras caminaba junto a Norte quejándose. - hace una semana se metieron sin permiso, hicieron nevar en un país cálido, distrajeron a las hadas en el castillo de dientes produciendo un desastre ¡esto debe parar o juro que acabaré con ambos! -

- ¡Phis y Boc, tráiganlos... Y no vuelvan hasta que traigan a ambos! - dijo Norte tomando en cuenta que las travesuras de los adolescentes estaban llegando cada vez más lejos.

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- ¿seguro de esto? - decía una joven castaña mirando cómo el joven peliblanco oculto con ella en un tejado apuntaba a un espíritu que sobrevolaba sobre los humanos. Este tenía alas medianas, era peliverde y parecía seguir a alguien en específico.

- los ángeles guardianes son los mas fáciles de molestar. - decía jack. En una oportunidad disparó su rayo helado produciendo que el ángel cayera en unos contenedores de basura y produciendo un escándalo que asustó a algunas personas, aunque estas no podían verlo.

Este buscó a su atacante y ambos jóvenes con la adrenalina a mil se agacharon para que no los viera. - Norte nos matará. - decía la joven consiente de que lo que hacían estaba mal.

- ¡¡¡jack frost!!! - al oír el grito y jack tomó a la chica para salir tan rápido como el viento le permitía riendo a carcajadas.

todavía disfrutaba hacerle la vida difícil a los demás espíritus. - no le veo lo divertido. - dijo la chica seria separándose de él al estar escondidos en un árbol.

- ¡vamos! Deja de ser una aguafiestas, hermanita. - dijo alborotando el cabello de la joven como si se tratara de una niña. Esto solo le molestó un poco al punto que sus uñas tomaron un tono rojizo.

- ¡basta con eso! -

Jack

ella apartó mi mano de manera un poco brusca pero se debía a que le decía hermanita para molestarla.

Me encantaba hacerlo. Y el hecho que la enojaran mis travesuras solo me daban ganas de seguir haciéndolas para verla enojada.

ella se puso seria. Entonces mi sonrisa se borró por un momento. Con su mirada marrón en mis ojos preguntó. - ¿en serio es posible que seamos hermanos? - otra vez la pregunta.

- arrs.. - me quejé mientras aterrizaba en el suelo, mientras ella bajaba como si hubieran escaleras, pero eso se debía a que podía crear un piso de cristal en la planta de sus pies. - ya te lo expliqué; eres un alma vieja. Volviste a nacer trecientos años después y nos volvimos a encontrar ¿a caso no te hace feliz tener un hermano tan fantástico y apuesto como yo? - dije fanfarroneando con una sonrisa ladina.

el origen de los guardianes II: quien soy en realidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora