Parte 2

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Narrador.

- ¿cómo quieres que sea tu funeral? ¿privado o invitamos a todos los inmortales que te odian? - decía gisel que estaba a mi espalda mientras yo cruzaba todo un continente para llegar con su familia (eso si seguían viviendo em el mismo lugar)

- ¿así que ahora te haces la graciosa? - le aseguré tratando de hablar con su peso en mi espalda. - para que sepas, mi ataúd estará junto al tuyo si nos agarran yendo a ver a tu familia. - yo la acomodé mientras continuaba. Un viaje de tantos kilometros con alguien a tu espalda no era muy placentero. - ¿has considerado dejar al chocolate? Estas engordando. -

- nunca. - me aseguró. - lo nuestro es amor eterno, algo que quizás nunca entiendas. -

- auch... Eso duele. - le dije fingiendo. - espera, si conozco ese amor; por la eternidad me amaré a mi mismo. - sonreí orgulloso de mi mismo. Soy tan perfecto ¿por qué no me amaría?

- te llevarías bien con Narciso, Narcisista. - respondió.

Gisel

Jack aterrizó en un edificio y yo me quejé de mis piernas adormiladas. - ese fue el viaje más esperado de toda mi vida. puede que estuviera así de mal y agotada, pero estaba emocionada y nerviosa por llegar. - ¿cuanto falta? - pregunté al peliblanco que miraba el lugar en el que nos encontrábamos.

- ¿no reconoces tu hogar? - dijo mirándome con sus azulados ojos.

Esas palabras hicieron que el corazón se me detuviera por un segundo. Desvié mi vista de él para corroborar lo que dijo, y era verdad.

estaba en casa. Estaba en mi país, en mi gente, en mi pueblo.

- ¿nos vamos a tu casa? -

- espera. - le pedí. Solo quería contemplar el lugar.

mis ojos se cristalizaron. Pensar que solo pasó un año desde que me convertí en esto, lo que significa que había pasado año y medio que esto dejó de ser mi hogar.

Jack

Coloqué mi mano en su hombro y ella lentamente volteó a mirarme. Vi sus uñas y estaban de un verde claro, ese color pocas veces se veía.

- ¿por qué no me permiten verlos? -

Yo tragué ante esa pregunta y desvié mi mirada de sus ojos. Si me quedara mirándola no tendría idea de como decir todo lo que debo decir de la manera correcta. Su mirada tan... Pura me obligaba a ser sincero.

- no estoy seguro. - dije. En realidad sabía algo, pero no era seguro. - quizás el hombre de la luna teme que no puedas con esto. tu familia... ya no es parte de tu vida. los guardianes solo nos tenemos a nosotros y a los niños, por muy cruel que pueda sonar, es la verdad -

en su mirada noté que ella sabía eso. claro que la sabía porque Norte se aseguró que estudiáramos el juramento de guardián a profundidad, ya que decía que ambos tomábamos el título a la ligera. - estoy lista, vamos. -

iba a sujetarla, pero ella saltó del lugar y cayó sobre un especie de suelo que ella misma creó y comenzó a caminar mirando el lugar. Yo floté a su lado mientras la seguía.

Gisel

Todo seguía igual, excepto por algunos pequeños detalles, como color de casa cambiado. Al llegar a mi antigua casa, no pude evitar sorprenderme al ver todo tan cambiado.

Al parecer eliminaron la separación. Ahora toda era una sola casa de una sola puerta. Dos pisos, paredes de color crema con algunos toques de marrón, como las ventanas. Ya no tenía balcón, solo ventanas.

el origen de los guardianes II: quien soy en realidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora