Parte 26*

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Gisel

Norte nos soltó a los dos cuando llegamos al salón del mundo y caímos a suelo por la brusquedad, pero eso no nos impidió darnos unas miradas de odio jack y yo.

- ¿Cómo pueden pasar de ser hermanos a esto? - dijo Norte colocando sus manos a las caderas sin creer que nos estuviéramos peleando entre nosotros.

- dejamos de ser hermanos hace mucho. - dije yo poniéndome de pie.

- nunca lo fuimos. - aseguró él como si eso no le doliera. Las demás estaciones aparecieron y Jack arrebató de las manos de Ana el cayado.

- lo sean o no, siguen siendo guardianes, por lo menos no deshonren el uniforme. - nos exigió.

- no soy una guardiana. - dije cruzándose de brazos. - y no le debo explicaciones a un traidor como Jack. - dije mirando al albino.

- yo no fui quien te traicionó. - me dijo él muy enojado mientras se señalaba. - solo hice lo que era mejor para los dos. -

- ¡no! - le grité furiosa mientras mis uñas cambiaban a un rojo más oscuro. - hiciste lo que mejor te convenía. Me ocultaste la verdad como todos aquí. - todo se quedó en un silencio sepulcral ante mi confesión.

Creí que alguien objetaría algo, las estaciones estaban tan confundidos que creí que preguntarían, pero el silencio es lo único que permaneció hasta que yo misma lo rompí.

- no le debo explicaciones a nadie. - dije alejándome para retirarme antes de que explotara e hiciera un error del cual me arrepentiría.

Corrí por el taller con mis lágrimas saliendo. Trataba de aparentarlas, pero por suerte los yetis y duendes estaban demasiado ocupados para prestarme atención.

me encerré en mi habitación y me arrodille en el suelo para echarme a llorar. No quería hacerlo, pero necesitaba drenar tanto enojo por lo que sucedía.

De repente una brisa acarició mi rostro, elevé mi vista y noté que la luna brillaba con intensidad por mi ventana.

- haberme ocultado eso fue lo peor que pudiste haber hecho. - dije levantándome dirigiéndome a la ventana más calmada para hablar con quien debía ser mi padre. Yo sin pensarlo me senté en el marco para apreciar mejor la vista. - es tan injusto todo lo que jack a hecho ¿por qué de todos los espíritus debías vincularme con él? - dije irritada. *me siento traicionada. Todo este tiempo actuando tan raro fue por eso, pero ahora resulta que sabía que no éramos hermanos y prefirió ocultarme mi verdad.

salí por la ventana y me dirigí hasta la gran cúpula. allí tomé asiento para admirar el paisaje y pensar con más claridad.

aunque sintiera enojo por Jack, cuando recordaba los buenos momentos que viví con él, me costaba no sonreír. Porque Jack a hecho que viva como jamás imaginé vivir, ha hecho que yo sea como jamás imaginé ser. Me demostró que hay mucho que no sé, pero que si crees en ti, todo es posible.

Me hizo sentir cosas que jamás creí que sentiría; he llorado más, he sufrido más, he sentido dolor más que nunca. Pero también he reído como nunca, me he divertido como nunca, he sido feliz como nunca... He amado como nunca.

mis uñas se tornaron fucsias. Yo muy curiosa y asombrada salí de la habitación flotando y me paré en lo alto de la cúpula del taller para seguir observando mi peculiar color.

- ya basta, gisel. - dije sin creer que ese color siguiera apareciendo. - esto no es correcto. Deja de sentir eso. - dije rascando mi nuca con brusquedad por mi desesperación.

el origen de los guardianes II: quien soy en realidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora