el origen de los guardianes II: quien soy en realidad?

Parte 35

Narrador.

- ¿miren quien consiguió el último cristal de luna. - dijo el chico azabache ojos verde apareciendo con Eris en la guarida donde ya se encontraban Pitch y Ares.

- nada mal, niño. - dijo Pitch a punto de arrebatarle el cristal, pero el chico lo hizo desaparecer, dejando confundido a Pitch.

- si quieres tenerlo, deja de llamarme niño para empezar. - aseguró.

- entrégame el cristal de una vez. - exigió Pitch con mala cara enseñando sus dientes que extrañamente eran más puntiagudos que los de las personas normales.

Loki chasqueó sus labios con molestia y con un ademan de manos hizo aparecer el cristal para luego entregarlo a Pitch.

este sonrió con malicia ante aquello. Ver el último cristal en sus manos lo hacía saborear la victoria.

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- ¿por qué no puedo? - dijo una castaña frustrada incapaz de continuar con su practica. Sabía lo que debía hacer, pero parecía no ser capaz de hacerlo aún.

- porque debe fluir, no ser forzado. - ella elevó su vista y antes de poder reaccionar, Jack la Jaló obligándola a ponerse de pie y lo único que la detuvo fueron los labios del albino que la besaban apasionadamente.

Ella se separó sonrojada ante aquello y miró al albino confundida. Ya que debía estar molesto con ella.

- soy tu elegido ¿no? Déjame mostrarte lo que significa serlo. - y sin permiso alguno, obligó a la chica a besarlo nuevamente produciendo que ella correspondiera tímidamente a aquello algo confundida por la actitud de Jack. Pero jamás negaría que besarlo fue de los mejores momentos de su vida. 

la nieve comenzó a aparecer por todos lados, pequeñas lumbreras comenzaron a rodearlos, la escarcha pintó el lugar de blanco con diseños hermosos dignos de cualquier obra de arte, los colores y la luz en pequeños toque en la nieve completó la escena, y ni hablar de la energía brillante que se esparció por la isla gracias al beso, dejando sentir a las hadas una de las sensaciones más satisfactorias de todas.

Jack se separó y sin pensarlo mucho observó su dedo anular en su mano izquierda. Ahora poseía una linda marca, como un tatuaje en blanco que se asemejaba a un anillo.

Gisel confundida al observar la mano del albino y la sonrisa de satisfacción del mismo, se quitó los guantes blancos y notó que en su mano izquierda poseía una igual. Una marca en blanco con diseño similar al de Jack asemejándose a un anillo.

- ¿y esto? - dijo ella confundida.

- te llevo 300 años, se mucho más que tú. - aseguró cruzando sus dedos con los de la castaña observándola. La tomó del rostro suavemente para acariciarla de la forma que él nunca se permitió. - esto es parecido a lo que hacen los humanos cuando se casan; jurarse amor. Ahora eres parte de mí y yo soy parte de ti, no importa cuanto lo niegues -

Gisel abrió sus ojos confundida ante aquello. Jack rió divertido ante sus expresiones de sorpresa que hablaban por ella. - ¿Cómo me casé contigo sin saberlo? - preguntó.

- no es saberlo, es sentirlo. - dijo él golpeando el área donde estaba su corazón con su dedo índice. - mira lo que hicimos juntos. -

gisel

Observé el lugar y era el paisaje más hermoso que había visto. Lumbreras en el aire que parecían luciérnagas, ya que se encendían y apagaban, la nieve cubriendo cada espacio y la escarcha con formas circulares y románticas. Hielo en diferentes tonos de blanco, lila y celeste que dejaba en claro nuestros poderes combinados. Todo era Maravilloso.