EPÍLOGO

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Narrador.

una joven observaba desde su ventana el helado paisaje que tenía en frente de ella. Montañas congeladas, los copos bailando en el aire, uno llegó hasta ella y lo mantuvo flotando en su palma gracias a sus poderes.

Sus uñas se tornaron fucsia, nunca dejarían aquel color mientras pensara en el chico que ha salvado su vida tantas veces, y le enseñó a vivirla a lo máximo, siendo valiente, audaz y divertida.

La puerta se habrió dejando ver a Norte en el umbral.

- ¿vienes a pedirme que me valla? - la chica dejó ir el copo de nieve nuevamente. - jamás creí que me correrías. -

- jamás te correré de aquí. Este es tu hogar, si así lo quieres. - dijo tomando asiento en al cama de la joven mientras ellos se miraban. - pero sé que el dolor es el que no te permite irte. -

- ¡¿y cómo esperas que lo haga?! - las lágrimas volvieron a salir. - ¡se fue, se fue para siempre... Manny me prometió que lo protegería si yo lo hacía, pero no lo cumplió! -

- le prometió lo mismo a Jack. - aseguró con voz muy calmada, ignorando la actitud de la chica, la cual era causa del dolor. - Jack suplicó poder salvarte. Manny le explicó la única forma de hacerlo y él aceptó siempre y cuando prometiera que tú pudieras vivir y ser quien quisieras ser. - la chica se calmó a escucharlo, pero no significaba que saber aquello no doliera. - Aunque no lo parezca, Manny te quiere. Estaba dispuesto a salvarte aunque perdiera a un guardián excepcional como Jack. -

gisel desvió la mirada de Norte tratando de ignorarlo por un momento.

el hombre supo que por más que hablara, aun no estaba lista para dejar ir esto, así que se puso de pie, abrió la puerta y se fue a continuar con su trabajo, el cual lo alejaba del dolor de la pérdida.

gisel se sentó en su cama para observar su dedo anular izquierdo. Acarició aquella marca blanca que aun portaba, la cual era muestra de que Jack Frost fue su amor verdadero, y siempre lo será.

Escuchó un toque en la puerta y se giró. Notó que entraron los duendes a su cuarto, uno guindaba de la manilla de la puerta y se dejó caer.

Al estar todos frente a gisel, uno sacó de su traje una hoja doblada. La chica curiosa la tomó y no tardó en notar una firma con escarcha "Jack Frost"

- gracias... - dijo la chica sin creerlo. Había pasado varias semanas desde lo que sucedió, pero solo Jack podía firmar con escarcha.

 mientras los duendecillos se fueron, Gisel comenzó a desdoblar la hoja

Notó que no era cualquier hoja, era su dibujo. Su dibujo de copos de nieve de colores, lo hizo al conocer a Jack y fue el regalo que le dio. No podía creer que aun conservara algo como eso. Giró la hoja y del otro lado se veía el escrito. Estaba hecha de escarcha, solo Jack podía escribir con escarcha. Recordó que gracias a eso sus interacciones empezaron.

Dio un largo suspiro

querida Gisel, no soy bueno escribiendo, pero quería desperdime de una forma más apropiada.

Sé que me debes odiar, debes odiar a Manny, debes odiar todo el mundo por lo que sucedió. Pero no lo hagas, por favor. Yo decidí hacerlo, ya viví 300 años alocados y casi 3 años hermosos junto a tí. Yo ya disfruté ser un inmortal, es tu turno de hacerlo. Es tu turno de saborear la verdadera libertad. Es tu turno de extender tus alas sin que nadie las opaque, ni siquiera yo debo hacerlo.

Sé que me amaras por siempre, y eso duele. Pero no quiero que llores por algo tan maravilloso como eso. Fui feliz en nuestras últimas horas y fui el espíritu más feliz de todos al ver que me amabas de verdad. Pude irme feliz, espero que te haga feliz para continuar.

lamento haberte ocultado todo durante mucho tiempo. Lo único de lo que me arrepiento es no haberte dicho la verdad sobre lo que sentía, peleamos tanto que perdimos tiempo valioso juntos. Pero tu beso bastó para compensar eso.

así que vive en paz, porque morí en paz.

Te amo, niña aburrida.

- Jack Frost... - susurró mientras su lágrima caía sobre la hoja de escarcha.

Con eso la escarcha comenzó a flotar y crear la figura del rostro del chico sorprendiendo a la castaña y dejándola en shock.

El rostro de escarcha llegó hasta su frente para besarla y luego se disipó en el aire.

gisel recuperó el aire y acarició su frente por haber sentido algo muy parecido a los fríos labios de Jack.

sonrió. Después de tantas semanas, sonrió nuevamente. Salieron lágrimas de felicidad y sus uñas se tornaron amarillas, cosa que Jack podía hacer fácilmente. Incluso no estando con ella, podía hacerla feliz.

La chica sin pensarlo mucho se lanzó por la ventana y se fue volando por esta. Haría lo que Jack dijo, continuaría. 

el origen de los guardianes II: quien soy en realidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora