el origen de los guardianes II: quien soy en realidad?

Parte 16

Gisel

Abrí la puerta y me encontré a un jack lanzando el cristal al aire y atrapándolo. Se encontraba flotando en el aire como si pudiera recostarse en este e ignoraba totalmente el hecho de que entré.

- lo que viste no es lo que pasó. - dije apresurándome a explicar antes de que malentendiera todo. - se acercó a besarme pero lo golpeé. Si, tuve una cita con él pero fue para recuperar la llave que nos encomendaron. Luego me fui. nada paso de verdad. -

y como si no hubiera dicho nada, siguió ignorándome.

- lamento no haberte dicho... Fue un despiste de mi parte. - dije.

- no te disculpes. - dijo él con ese tono malhumorado. - si lo quieres, no tienes porque mentirme. En las imágenes se nota que disfrutas su compañía. -

*¿en serio esta tan molesto para decir eso?*

- Jackson ¿no estas escuchándome, o estas disfrutando humillarme? - dije ya quedándome poca paciencia para lidiar con un espíritu celoso y enojón.

- ambas... - dijo sin siquiera mirarme continuando con su juego con el cristal. - descuida, guardaré el secreto de que te gusta Carl, si es lo que te preocupa. - soltó con desprecio tanto por carl como por mí. Eso si me enfureció.

Del enojo solo apreté mis puños y creé una honda expansiva que hizo que jack cayera al piso.

- ¡¿qué rayos te pasa?! - me gritó levantándose del suelo  sacando al fin toda su rabia acumulada que trataba de ocultar.

- ¡¿qué es lo que te pasa a ti?! - le grité igual. - ¡te estoy diciendo que no ocurrió nada pero me tratas como si hubiera ocurrido! -

- ¡¿cómo sé que no me mientes?! - dijo él muy enojado. - todo el internado cree que te gusta Carl, y las fotos son muy claras ¿por que tuviste que hacer algo así por una tonta llave? ¡Hubiera preferido mil veces que besaras al fastidioso de Darwin que al infeliz de Carl! -

- ¡qué no lo besé! -

Jack

- ¡pues no creo en ti! - grité estando a tan solo 10 centímetros de distancia.

A ella se le cristalizaron los ojos cuando dije eso. Miré sus uñas y el rojo que antes estaban en ella pasó a azul.

El ambiente se puso denso debido a todo lo dicho, pero eso no cambiaba lo que pensaba.

Sabe lo mucho que odio a Carl. Somos enemigos declarados y le da el privilegio a él de lastimarme... Me siento traicionado de la peor manera. Quizás no lo besó pero le dio justo lo necesario para humillarme por una vida.

pensar que gisel lo besó, o pensar que le permitió acercarse a ella me llenaba de un sentimiento incontrolable. Quería alejarme de gisel tanto como de Carl.

- si no crees en mí, entonces no te obligo a soportarme más... "Hemano". - ella dejó salir una lágrima que se limpió antes de que recorriera su mejilla y se fue corriendo a la puerta para alejarse de mí tanto cómo podía.

yo prensé mi mandíbula cansado de eso. - ¡AAHH! - alcé mi cayado y lo golpeé fuertemente con el piso produciendo que toda la habitación de congelara con una buena capa de hielo.

*¡odio este lugar, odio a esos hermanos, odio esta misión... Incluso creo que odio a gisel, es lo más cercano a lo que siento ahora al pensar en ella!*

Lía

Estaba recostada de la pared cuando sentí que comenzaba a congelarse mi espalda. - auh, auh, ayyy... - me quejé ante el hecho de que casi termino pegada por el hielo de Jack. - ¿ese tonto ahora que hizo? - pregunté sin entender qué lo provocó a congelar toda la habitación. Sin duda el hielo debió llegar a las paredes de los otros cuartos.