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⏝͝···—☼—···͝⏝

Avís; Dreamnap

Don't hate me, plz—

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N.Sapnap 🌠

Estaba estático.
Sentía como un espeso líquido bajaba de mi rostro, goteando, estampando contra el suelo.

Sentí mis extremidades temblar ,y como mi pulso se aceleraba con cada segundo, como mi respiración estaba agitada, sintiéndome como si me estuviera ahogando.

Como si cada segundo era una eternidad, una eternidad que parecía no acabar.

Levanté mi rostro, plasmando mi mirada ahora en el rostro de Dream.
Observé como una de sus manos cubría su boca, como el sudor caía rudamente de su rostro, como sus ojos me evitaban, mirándome desde el rabillo de ellos. Como se apoyaba ahora en la pared, bajando su cabeza, dejando que un copete de cabellos se posaran en su frente.

Y–Yo no debí decirte eso, y–yo...Oh mierda que idiota.

Respondió casi farfullando, quebrando su voz en ello.

Hey, no crees que yo soy el que debería estar triste?—

Respondí burlonamente, acercándome a el, tratando de formar una pequeña sonrisa en la comisura de mis labios mientras ahora una de mis manos se apoyaba en su espalda.

Escuché como suaves pequeñas risitas escapaban de el, llenando la habitación, rompiendo instantáneamente la fría tensión que prosperaba.

Dream, hice una promesa, y esa promesa fue apoyarte en lo que sea, y eso es lo que haré. No romperé mi palabra.

Respondí, acariciando su espalda, dándole pequeñas palmaditas allí.

Pronto sentí como sus brazos rodeaban mi cuello, como su mentón pegaba contra uno de mis hombros, como sus cabellos acariciaban las partes exaltantes de mi desnudo cuello.

Se sentía tan cómodo, tan cálido.

Dream...puedo pedirte un favor antes?—

Claro. ¿Que pasa?—

P–puedo...besarte?—

_

N.Dream 💤

Me quedé plasmado al escuchar esas palabras.

Mis ojos se abrieron como platos y como ahora mi ser se empapaba de un viscoso, y líquido sudor.

No sabía que decir, y menos hacer, simplemente abría mi boca para luego volverla a cerrar instantáneamente.

Pero segundos después tomé una decisión.

Entrelace mis dedos con sus cabellos azabache, revolviendolos de un lado a otro, para luego apartarme y tomar su mentón con mi pulgar.

Observé su rostro, como las gotas rudamente goteaban de su rostro, cayendo y estampando contra sus pies, como ahora me sonreía dulcemente sin apartar su mirada de mí, o más bien, de mis labios.

Tomé su nuca, rodeándola una vez más, atrayéndolo hacía mí, bajándome, quedando a su altura.

Pronto el espacio entre los dos dejó de existir, una vez que conectamos nuestros labios.

Sus labios eran suaves al igual que húmedos. Su sabor, sabían a chocolate negro, sus movimientos eran limpios, exponiendo que ya tenía experiencia besando, algo que a mí me faltaba.

Pronto escuché como alguien tocaba la puerta, llegando también a los oídos de Sapnap, algo que nos obligó instantáneamente a separarnos.

Clay, estás ahí?—

Escuché como una suave voz llamaba ante la puerta, esa dulce voz provenía de George.

Sentí como ahora los nervios me devoraban, al igual que la vergüenza, como el calor recorría mi rostro, ardiendo todo mi ser.

S–Sí...—

Fue lo único que salió de mi boca, hablé casi tartamudeando, dejando mi mente en otro lugar.

Que bien, te ando buscando por toda la casa, Will te necesita.—

Respondió.

Y–Yo en unos minutos voy, no te preocupes...—

Respondí, casi quebrando una vez más mí voz en ello , para luego mirar a Sapnap al igual que la puerta.

¿Estás bien?, ¿Pasa algo?

Respondió, mientras movía el pomo de la puerta, abriendo suave y lentamente la puerta.

El seguro estaba roto.

Una vez la puerta abierta, sentí como la mirada de George me inspeccionaba de arriba abajo fijándose más en mi rostro al igual que el de Sapnap.

¿Interrumpo?—

Habló, frunciendo el ceño.

Sentí como ahora una fría tensión prosperaba entre la habitación, como un incómodo silencio cada vez se hacía más presente entre todos.

Decidí romper el hielo, tomando la mano de George y salir de aquella habitación.

En el camino sentí como la mirada George estaba más que fija en mí, sin separarla ni un segundo.

De pronto sentí como se detenía, agarrando mi mano con fuerza obligándome a detenérme y así fue.

Ahora estábamos frente a frente, la mirada de George ahora se había vuelto fría, sin aún despejar sus ojos de mí, sin aún soltar de mi agarre.

Una vez que saqué el valor de hablar George me quitó las palabras de la boca.

—¿ Tú y Sapnap, son algo?—

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Holy Shit—

:(









𝐄𝐬 𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞. 𝐷𝑁𝐹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora