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N. George 🌱

 Mis párpados se sentían pesados y una carga para llevar. Después de todo acababa de despertar de una larga siesta, el vuelo era muy demorado así que había decidido dormir la mayoría del vuelo. Mi asiento se encontraba cerca de una de las tantas ventanillas en el avión, siempre tomaba el asiento cerca de una ventana por si me aburría miraría afuera. Mi acompañante de asiento era una niña por ahí aproximadamente de unos 7 años, supuse. La verdad es que ella parecía agradable a simple vista y lo fue, pensé que gritaría o empezaría a golpear cosas para luego hacer un berrinche, como la mayoría de los niños menores hacen cuando están en un avión, pero nada fue así , simplemente se quedo callada mirando sus pies y jugando con sus diminutos deditos, sinceramente no me agradaban para nada los niños pequeños, son adorables y muy dulces, si, pero a veces llegaban a ser un desastre a volverse incontrolables.

Siempre me imaginé a mí encargado de un niño o si alguna vez llegara a tener un hijo, realmente sería un desastre.

Pronto los altavoces del avión resonaron por todo el avión llamando la atención de todos los pasajeros presentes, estábamos por llegar, nos encontrábamos a unos 3,000 pies de altura. Supuse que por ahí eran +20 minutos en el avión, no le tomé tanto afán y decidí dormir otro poco de lo que quedaba del vuelo después no de todo no tenía nada que hacer más que estar sentado y mirar hacia la nada y esperar hasta que lleguemos, la mejor opción simplemente era dormir.

Cerré nuevamente mis párpados para luego posicionarme cómodamente en mi silla, agarré la manta que nos había prestado el avión, estaba haciendo frío y más cuando tienes un mini aire acondicionado en tus narices.
En unos segundos reconcilié el sueño para luego que menos de un segundo ya me encontrara profundo.

( ...)

Empecé a abrir mis párpados lentamente al sentir pequeños toques en mi manga, levanté mi mirada con mis párpados aún entumecidos, para poco a poco observar la silueta de una pequeña en uno de mis costados, abrí completamente mis ojos para luego ver a la niña que se encontraba como mi acompañante de asiento, me senté tomando una postura mejor y equilibrada para luego frotar mis ojos y soltar un bostezo, alcé mi mirada en la parte superior de mi asiento para notar cómo todos los pasajeros se levantaban de sus asientos y tomaban las maletas que se encontraban en el maletero de la parte de arriba rumbo a la salida. En ese momento pude comprender que ya había llegado a mi destino. Me levanté para luego pasar de un lado a la pequeña sin antes regalarle una sonrisa y un gracias a cambio por su dulce gratitud, a lo que ella me respondió de vuelta con una sonrisa de oreja a oreja y mientras aleteaba una de sus manos, despidiéndose de mí.
Realmente era una buena niña. Doblé la manta para luego dejarla en mi asiento y salir del avión.

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Ya me encontraba abajo, con mi equipaje en mano, estaba saliendo de la sala de espera ahora mi siguiente misión era encontrar a Dream y a los demás, pero había un problema. El aeropuerto era realmente enorme cosa que me tomaría un largo tiempo tratar de encontrarlos y como si fuera poco mi celular se había quedado sin batería.


Me apoyé en una de las tantas paredes para luego soltar un suspiro, estaba frustrado.

 Miré la pantalla de mi celular, estaba totalmente negra como era de esperarse, mi frustración estaba llegando al límite hasta que de pronto escuché un "George." a lo lejos haciendo que mi mirada posara allí y ahí vi; un chico alto con un una camisa manga larga negra con cuello tortuga, unos jeans azul oscuro, zapatos totalmente blancos y color de cabello almendrado, en pocas palabras , rubio. Ahí reconocí de quién se trataba.

𝐄𝐬 𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞. 𝐷𝑁𝐹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora