Wonder / Taekook omegaverse

F O U R

—No tienes por que pedir perdón ~Mi actitud indiferente continuaba, realmente no me importaba en lo más mínimo lo ocurrido, cambie la página del libro~

—Pero yo..

—¡Basta! ~cerré el libro y lo mire~ he dicho que no te disculpes. Son cosas que pasan. Tu celo no es algo que puedas controlar así que me tiene sin cuidado.

~Jungkook se mantuvo con la cabeza gacha~

—No deberías estar aquí ~suspire, me levante del asiento y me acerque a él~

—L-lo siento ~el continuaba mirando al suelo~

—Dije que no te disculpes. ~tome su mentón e hice que me mire, me acerque a su oído e inhale su aroma~ vete ~susurre~ me volverás loco.

—E-eh ~tartamudeó como respuesta a mi acción~ claro ~se separó de inmediato y salió de la biblioteca~

Jungkook....

~Ahora me encontraba en la habitación. ¿Que había sucedido? El... me puso realmente nervioso.
Pensaba en todo eso mientras miraba por aquella gran ventana de la espaciosa habitación, cuando de repente, escuché mi celular sonar así que conteste~

—¿Lo conseguiste? ~pregunto la persona que se encontraba en la otra línea~

—Llegue ayer ¿como se supone que lo...

—¡¡NO LO HAS LOGRADO AÚN!! ~gritó enojado~

—Pero- mi celo se adelantó y...

—¿Qué clase de omega eres? Me importa un carajo tu celo ¡No sirves para nada!

—Yo...

—Escúchame bien Jungkook, tienes un mes para enamorar a Taehyung o tu hermana pagará las consecuencias ~corto la llamada~

~Yo no quiero hacer esto. No quiero lastimar a nadie ¿Por qué yo? ¿Por qué ella?~

—Lo lamentó tanto Taehyung ~una lágrima se deslizó por mi mejilla~ tengo que proteger a mi hermana.

~flashback~

—¡Kookie! ~corrió hacia mi y me abrazó~

—Dahyun ~correspondí a su abrazo~ ¿Cómo estuvo tu día? ~sonreí~

—Todo estuvo muy bien ~me dedico una tierna sonrisa~

—¿Vamos a casa? ~tome su manita~

—Si, quiero ver a mamá ~sonrió~

~En ese entonces yo solo tenía diecisiete años y Dahyun 11 todo era tan Perfecto hasta tres años después...

—¡¿Por qué lo hiciste?! ~grito mamá entre lágrimas~

—¡Es solo una beta inservible al igual que el inútil omega de tu hijo! ~Siempre lo repetía, odiaba a los omegas hombres~

—¡¿Qué tiene que sea omega?! ~entre a la habitación y me paré al frente de mamá, encarando a quien debía llamar padre~

—Mírate ~río~ no intentes protegerla. Me das risa antes que miedo ~se acercó~ un entupido omega como tú no podría proteger a nadie. Ni a tu madre, ni a tu hermana.