Dos

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La puerta del baño se cerró de golpe. Taehyung rodeó a Jungkook con sus fuertes brazos y lo puso contra los espejos del lavabo. Sonreía travieso, estaba caliente. Todo de Taehyung lo encendía; el aroma del alcohol no era ningún problema, ambos estaban ebrios.

—Pero mírate, Kook, tienes los labios secos. Totalmente secos —dijo Taehyung, deslizando un dedo sobre los labios de Jungkook para provocarlo—.

Déjame que los hidrate un poco, tengo el bálsamo perfecto —aseguró Taehyung mientras hacía el ademán de buscar algo en el bolsillo de su traje. Jungkook se acercó mientras Taehyung pretendía buscar el hidratante. De forma sigilosa, en unos segundos, Taehyung ya estaba lo suficientemente cerca para besar a Jungkook. Plantó en él un apasionado beso, su lengua buscando explorar su boca.

—Sabes delicioso, por eso me casé contigo —Taehyung sonrió malicioso y volvió a besar a Jungkook, impidiéndole hablar—. Quiero —jadeaba—, quiero besarte por horas, Jungkook. Déjame besarte por horas —gemía mientras sostenía las manos de su pareja contra la puerta de los cubículos. No sabían en qué momento se habían movido, pero ahora sus cuerpos estaban estampados contra el metal ruidoso del baño.

Jungkook separó su cuerpo, pero mantuvo sus labios unidos a los de Taehyung. Con una mano, colocó el seguro del cubículo y con la otra se dirigió al trasero de Taehyung.

—Vamos, bebé... yo sé que lo quieres también —jadeó Jungkook en el oído del castaño mientras jugaba con el cinturón de su pantalón.

Ambos, drogados de pasión, mordían sus labios. Jungkook arrinconó a Taehyung, quien se dejó besar mientras frotaba su cuerpo contra el del pelinegro.

Se rozaron suave pero sensualmente, jadeando alto e inevitablemente. Taehyung, preso de lujuria, sonrió y movió su cabeza hacia un lado, permitiendo que Jungkook succionara su bronceado cuello. Jungkook jugó con él, rozando sus dientes cerca de la oreja, bajando su boca por el cuello, haciendo un camino de besos mientras Taehyung abrazaba su cuerpo con fuerza.

El deseo de ambos estaba al límite, dejándose llevar por su instinto carnal sobre la piel del otro.

Aunque la ropa seguía puesta, Taehyung no quería esperar más para descubrir el ardiente cuerpo de su ahora "esposo". En un segundo, lo giró contra la puerta del pequeño y reducido espacio. Jungkook posó sus manos a los lados, y Taehyung acarició los fornidos brazos de su pareja hasta llegar a sus caderas. Rozando su trasero, lo tocó y apretó sus nalgas entre sus manos necesitadas.

Colocó su entrepierna cerca del trasero de Jungkook y comenzó a jugar con su cinturón. Fue rápido, muy rápido, y quitó el traje de él para dejarlo caer al piso. Taehyung disfrutaba desvestirlo a su antojo.

Con la misma velocidad, desabotonó la camisa de Jungkook y la quitó. El pelinegro, extasiado y completamente excitado, gemía contra la puerta. Dentro del baño solo se escuchaban gemidos y golpes rítmicos contra el metal, todo era sensual sin que hubiera pasado el juego previo.

—Vamos, bebé, quítate esto —le dijo Taehyung a Jungkook, dejando al descubierto una gran parte de su hombro, poniendo a merced sus clavículas y permitiendo que Taehyung besara su piel suave.

El alcohol recorría sus venas. Taehyung seguía besando el hombro de Jungkook, pero la mano de este último era más hábil y se coló por detrás, buscando a su amante. Lo encontró y frotó su mano repetidas veces. Jungkook no quiso parar; los gruñidos de Taehyung sonaban perfectos, tan cerca de su oído.

—Mgh... Kook, sigue, sigue.

Taehyung sacó por completo y de golpe el cinturón de su pareja, lo tenía claro, lo quería follar ya. Estaba tan excitado que era demasiado rudo, y eso a Jungkook le encantaba. Soltó los botones del pantalón, le bajó los boxers y sostuvo entre sus manos la gran erección del pelinegro. Jungkook jadeo al estremecedor toque, quiso temblar sus piernas por tanta excitación.

Fake Wedding || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora