Diecinueve

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La mañana de los fines de semana eran muy tranquilas para Min Yoongi.

Solo debía pasar un momento en el estudio y luego tenía el día libre.

Esa mañana de sábado, sin embargo, no estaba de camino al estudio, en su lugar, se encontraba saliendo de un apartamento ajeno.

Min Yoongi, cerró la puerta detrás de él y tomó un bolso pequeño colocándolo sobre su espalda. Se puso la gorra negra que siempre traía y dejó al aire libre unos pequeños mechones de su nuevo cabello oscuro.

Sonrió con la mirada oculta debajo de la gorra y avanzó sin mirar hacia atrás. La había pasado bien. La había pasado bien toda la noche.

Miró el reloj digital en su muñeca y sonó sus dientes, estaba retrasado. Bueno, ambos lo estaban. Él y el dueño del apartamento.

Min Yoongi pasó la noche en el apartamento de Park Jimin luego de salir del trabajo.

Los dos pasaron de un par de besos apasionados en el auto, a unos besos muy calientes en la cama. Y hubieran salido juntos hacia el trabajo, de no ser por Jimin, quien se negaba a llegar al trabajo con su ligue/productor.

Jimin había repetido durante toda la noche que, solo estaban follando y nada más.

Eso no le hubiera afectado a Min Yoongi de no ser porque, en algún momento, vio a Jimin con otros ojos; unos que querían observar la personalidad y el talento del rubio como algo bonito. Algo tan hermoso y digno de ser apreciado más de cerca, y no desde el otro lado del vidrio de la cabina.

Bueno, no es que Yoongi no haya sido consciente de que hacer eso era demasiado arriesgado. Park había dejado claro que solo estaban acostándose, su relaciones solo se limitaban a ser en la cama y en el trabajo. Luego de ello, solo eran un par de conocidos con talentos para la música. 

Y aunque los uniera la música, no llegaba a ser suficiente para armar un relación amorosa y estable. 

A Yoongi le afectó, pero le afectó poco... a fin de cuentas, sabía en lo que se metía y de alguna manera, al salir de ese apartamento en la parte lujosa de la ciudad, se dijo a sí mismo que tendría cuidado, que no se permitiría esperar otra cosa, que no debía tener expectativas. 

Para cuando llegó a su casa sus pensamientos le trazaron el objetivo de olvidar cualquier esperanza con Jimin, si quería meterse con él, estaba claro que solo sería por deseo.

Cerró su puerta detrás de él. Dejó las llaves en una repisa, se cambió de zapatos y caminó hacia la sala, dejó su bolso en el sofá y se dirigió a la cocina. Prepararía algo para comer antes de ir al trabajo, estaba hambriento. 

Él estaba sirviendo las guarniciones cuando su teléfono sonó.

– ¿Hola?

– ¡Hola! Yoongi, es Hoseok. 

–Hey hola. ¿Qué pasó?

– Eso me preguntaba yo. Tenías tiempo retrasado y pensé que te había sucedido alguna cosa. He llamado para saber si todo está bien. 

–Oh, gracias. Pero no tienes de qué preocuparte. Solo me quedé dormido –dijo Yoongi con el teléfono entre la oreja y el hombro– Iré en una o dos horas.

–De acuerdo. Entonces nos vemos más tarde. 

–Hoseok, espera –pidió– si tienes cosas por hacer no tengo ningún problema en que salgas de la oficina temprano.

–No no, estoy totalmente libre. Además debemos revisar los documentos de HYBE. 

–Es cierto, ¿qué haría si no me lo recordaras? –bromeó.

Fake Wedding || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora