Veinte

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El amanecer del inicio de la semana estaba nublado. La luz difusa iluminaba un tanto la habitación de Tae mientras sonaba la alarma de su reloj en la mesa de noche. 

Eran las 7:30 am y él día debía empezar; la agenda partía por un desayuno en teleconferencia y luego las actividades programadas con Jungkook. 

¿Estará despierto ya?, pensó Taehyung mirando hacia su puerta, como si alcanzara a ver la habitación del frente, como si la puerta no estuviera allí. 

Se levantó y se puso una bata de seda color azul marino; entró en el baño y cuando se vio frente al espejo sonrió, no por cómo veía su reflejo sino por lo que estaba pensando. 

Luego de cambiarse salió de su cuarto, se quedó parado en el umbral y miró por unos minutos la puerta delante de él. Ladeó su cabeza, pero en realidad no pensaba en algo en específico...

–Será que... –Tae no pensó mucho más y caminó despacio hacia la habitación.

La madera de la puerta no sonó –para su conveniencia– así que avanzó y pudo visualizar a un perfecto ángel dormido, cubierto por una sábana fina y el torso desnudo. 

Jungkook descansaba su cuerpo boca abajo y tenía la cabeza sobre una almohada mientras abrazaba otra. Taehyung quiso reír bajito porque parecía un niño muy tierno y quería comerlo a besos. Y aunque no lo hizo, se sentó en un lado de la cama y arregló su bata para estar cómodo junto a Jungkook.

Lo miró por un par de minutos más y sonrió mientras lo hacía. A su mente venía el recuerdo de la sonrisa de Kook, lo tierna y preciosa que era, siempre podría sacarle una sonrisa por tanta ternura y belleza. 

Luego de descubrirse sonriendo como un bobo, detuvo su sonrisa y se puso de pie, caminó hasta salir de la estancia y cerró la puerta despacio para no hacer ruido. Ver a Jungkook dormir tan plácidamente era una hermosa manera de empezar el día.

Así que eso hizo, fue hacia la cocina, tomó algo de té y ordenó a la cocinera preparar algo delicioso para desayunar. 

Luego se cambió y fue a su estudio, empezó la videollamada y sorprendió a todos cuando les saludó con una sonrisa de oreja a oreja. Algo inusual en el jefe.

Taehyung había visto que Jungkook descansaba y decidió dejarlo dormir hasta que sea tiempo de arreglarse y empezar su agenda juntos, como lo habían planeado el fin de semana. 

Cuando dieron las 8:30 Taehyung terminó su reunión virtual y mandó a servir el desayuno en una bandeja; cuando esta estuvo lista él mismo decidió tomarla en manos y llevarla hacia las habitaciones. 

Entró al cuarto de Jungkook y como lo esperaba, su esposo todavía estaba durmiendo. Dejó la bandeja en la mesa de noche y volvió a sentarse hacia un lado de la cama. Observó a Jungkook y sonrió; pero no esperó que despertara justo en ese instante.

Lo vio sonreír. 

Lo vio sonreír y sonrieron juntos. 

Jungkook abrió los ojos con dificultad pero pudo apreciar una bonita sonrisa cuadrada que Taehyung le ofrecía. ¡Dios! se sintió muy bien, tan cálido, tan lindo. Ambos sonrieron sin decir nada y así estuvieron por un largo momento.

Cuando Taehyung soltó la mirada de Jungkook volteó hacia la bandeja en el buró y la señaló.

– Te he traído el desayuno Kookie.

–¿Kookie? –sonrió mientras levantaba su cuerpo y lo sostenía sobre sus brazos.

–Sí, Kookie, ¿te puedo decir así, no? –Jungkook rio agachando su cabeza, se sentía malditamente avergonzado y lindo.

Fake Wedding || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora