Fake Wedding || Taekook

Seis

-No lo sé Jungkook, esto es...

-Ya sé Hyung, pero no puedo evitarlo. Ya pasará el tiempo que acordamos.

-Mira, es que... solo no me gusta -torció la boca hacia un lado; molesto y con una expresión de impotencia.

-Todo va a salir bien hyung, él va a... -cortó sus palabras porque alguien llamó a la puerta de su oficina.

-¿Sí? -preguntó Jungkook.

La voz de un joven se escuchó algo despacio:

-Señor, lo están esperando en el lobby -pronunció el secretario de Jeon.

-Hazlo subir por favor, dile que lo estaremos esperando en la cafetería -respondió.

-Al fin llegó, es hora de que lo conozcas -Jungkook sonrió poniéndose de pie, estaba invitando a que Yoongi también lo hiciera y señaló con sus manos para que lo siguiera.

Salieron de una oficina brillante, el azul claro de las dos únicas paredes de concreto se mostraban llenas de cuadros a través del vidrio, el mismo que encerraba con dos grandes piezas el resto de la estancia. Así era, casi transparente, como la visión clara de quien que la ocupaba.

Jeon Jungkook era exitoso por dos razones: la primera su perseverancia, la segunda por su talento y visión. Un hombre inteligente, hábil y persistente. Su trabajo se basaba en eso. Y hasta ahora todas las empresas en las que invirtió fueron exitosas, aunque pequeñas, todas estaban creciendo. Él conocía del mercado nacional, global e incluso de la estratificación de los mismos. 

Alcanzó la clase alta hace cinco años; cuando cumplió veintidós; y entre sus pasatiempos estaba la música y el arte. Hobbies que le permitieron apreciar los detalles de las cosas y a ser minucioso en los negocios, también con la gente. Ese era su secreto. Claro, no siempre funcionaba... un ejemplo de ello era su ex novio.

Cuando Yoongi y Jungkook salieron de la oficina caminaron hasta el elevador. El de cabellera ceniza presionó el botón número tres.

-Dime, ¿en serio es bueno?

-Lo es. Aunque estuvo en Gwangju por mucho tiempo, quiere tener una carrera aquí, le dije que lo ayudaría con algo mientras se establece -dijo Jungkook guardando una mano en su bolsillo- . Es bastante competente, solo dale unos días y será de lo mejor que has visto -sonrió.

Yoongi asintió y las puertas se abrieron. Salieron del elevador y encontraron a un chico sentado en una mesa al lado del ventanal del edificio. Su cabello era castaño oscuro y en su rostro se posaba una sonrisa suave que combinaba con sus lentes redondos. De suéter crema y una camiseta blanca, sus pantalones a cuadros y entre sus manos una libreta. Yoongi solo pudo pensar una cosa.

Bonito.

El joven volteó la mirada y cuando captó quiénes lo observaban sonrió delicadamente. Jungkook devolvió el gesto y saludó con la mano desde lejos. Luego ambos avanzaron hasta la mesa y tomaron asiento.

-Es un gusto conocerlo, soy Jung Hoseok -el castaño oscuro estiró su mano hacia Min y sonrió.

-El gusto es mío Jung, soy Min Yoongi" -contestó apretando la mano del contrario y correspondiendo su sonrisa. Se había sentido como una chispa entre ambos. Una química a primera vista que Jungkook notó.

-Humm, y yo soy Jeon Jungkook -bromeó interrumpiendo el apretón de manos. Los tres rieron, y Hoseok volvió a colocar sus manos sobre su libreta.

-Bien, ahora que ya se conocen, él es de quién te hablé -dijo el pelinegro señalando a su primo mientras se dirigía a Yoongi.