Fake Wedding || Taekook

Cinco*

-Tiene una cita a las 09:00 am con la junta de accionistas, va a almorzar con el director de medios y tiene que firmar estos contratos -la mujer dejó sobre el escritorio una carpeta.

Taehyung negaba con la cabeza una y otra vez. Su agenda estaba muy ocupada últimamente, y no se esperaba menos, un nuevo centro deportivo se abriría pronto. Uno de los tantos negocios que la multinacional tenía en su cartera de marcas.

-Y su padre llega el lunes para la cena.

-¿Mi padre? -preguntó Taehyung confundido.

-Y dijo que lo quiere ver para la cena con su familia.

-Já, una cena con la familia... -secamente pronunció Taehyung bajando su mirada-. Por favor libera mi agenda durante todo el lunes, tengo asuntos que resolver -sonrió a su secretaria.

-¿Necesita algo más señor Kim? -preguntó Hyuna con los papeles en la mano.

-Sabes qué... -relamió sus labios pasando una de sus manos por su mentón-. También libera mi agenda del fin de semana, necesito un auto, un ramo de flores -sonrió para sí mismo- "Ah, y también llama a algunos periodistas de Dispatch, pídeles una reunión conmigo para mañana por la mañana".

-Señor, el auto y las flores... suenan a una cita, ¿es que a caso tendrá una? -murmuró un tanto curiosa.

-¿Tengo que darte explicaciones? -Taehyung respondió firmemente enarcando una ceja.

Su secretaria nunca se vio más avergonzada, los nervios la consumieron y solo atinó a bajar la mirada. Sus dedos también nerviosos, apretaban los folios mientras mordía uno de sus labios inferiores. Taehyung la observó y ver esa situación le causó un tanto de gracia.

-Sí, es para una cita, encárgate de que todo sea perfecto para el viernes por la noche. Y que la reunión con Dispatch sea privada.

-Por supuesto señor, con su permiso.

Cuando la mujer estuvo fuera de la oficina, Taehyung se fue hacia atrás en su asiento. Sacó su teléfono del bolsillo y observó el historial de llamadas perdidas. Eran muchas, cerca de una dieciséis llamadas de Jungkook. Su esposo.

-Me pregunto por qué sigue siendo importante esa enemiga suya... -pensó.

Jungkook había estado llamando insistentemente, él sabía que lo necesitaba.

La última vez que lo vio le dijo que no se metiera en sus asuntos, y bueno, eso hizo. Taehyung se comportó como lo que fue. Un buen polvo. Claro, había una gran diferencia con respecto al resto de sus ligues... esta vez estaba casado. Realmente casado.

La última llamada fue hace dos días, cuando no dejó que sonará en su reunión y solo rechazó de inmediato el contacto.

-¿Habrá desistido ya? ¿o encontró a alguien más? No no, no pudo reemplazarlo porque esa tal Mariana ya lo conocía a él como su esposo, sería ilógico si va con otra persona. Tenía que ser Taehyung.

Decidido, marcó el número y llamó.

-Hola Jungkook, ¿ocupado?

- ¿Taehyung? No no, de hecho, estoy por almorzar.

- ¡Perfecto! ¿Quieres almorzar conmigo?

- Cl..claro. ¿Dónde te veo? -dudó un momento.

- Puedo pasar por ti en 10 minutos, ¿Dónde estás?

-Eh, estoy en el centro, en un restaurante llamado Eat Jin

-¡Oh! ¿En serio? Lo conozco, llegaré en 5 minutos.