Lu
04:35 am.
Un grito desesperado y fuerte.
Y a pesar del despertarme tan repentino, reconocería esa vocesita en cualquier parte, Dylan.
Junto con Jaden nos damos una veloz mirada, para luego levantarnos rápido de la cama y salir de la habitación. Toda la casa está en absoluta oscuridad, la única luz proviene de la habitación al final del otro lado del pasillo, de donde vienen los gritos.
Junto a Jaden corremos la poca distancia hasta la habitacion, la puerta ya se encuentra abierta, los gritos no cesan. El mayor de los hermanos entra rápidamente y yo repito su acción tras él, pero lo que veo hace que me quede estática en la entrada de la habitación por unos segundos, mi corazón se encoje ante la imagen que tengo en frente.
Dylan, en su cama, las sábanas hechas un desastre como si se ubiese movido muy desesperadamente sobre esta. El pequeño está cubriendo su cara con ambas manos y negando repetidas veces con su cabeza mientras solloza. Riley está a su lado tratando de calmarlo, pero ninguna de sus palabras funcionan. Esta alza su vista y mira a Jaden con clara desesperación.
- Juro que desde el primer grito vine rápidamente-lo mira un segundo y luego vuelve su vista a Jaden-, pero no consigo que se calme, ni siquiera que me mire, no quiere destapar sus ojos.
Jaden asiente y gira su rostro hacia su hermano- Dylan, oye, soy yo, Jaden-pero no obtiene resultado alguno
Salgo de mi transe y me acerco a él, miiro a Jaden y este asiente, haciendose a un lado. Dylan aprieta ambas manos a su rostro, negado totalmente a ver hacia su entorno. Y no deja de susurrar cosas con desesperación.
- Las-las sombras, en la oscuridad. Él...él quería hacerme daño-suelta
Miro a Jaden con confusión, para luego volver mi vista hacia el pequeño frente a mi. Envuelvo las pequeñas muñecas de sus manos, con mis manos, tratando de que despegue estas de su rostro.
- Dylan, soy Lu ¿si?, no te voy a hacer daño ni voy a dejar que él te haga nada. Estoy aquí contigo-le digo en un tono bajo y calmado, quiero que se tranquilize
- ¿Me lo prometes?-responde este de repente aflojando un poco su agarre, con un hilo de voz
- Lo prometo, cariño-susurro
Dylan despega lentamente las manos de su rostro y me mira, rápidamente vuelve a taparse y lo piensa unos momentos más. No lo presiono, lo dejo que se sienta listo, al menos ya se calmó bastante. Sus ojos rojos a causa de el llanto de hace un momento me miran luego de unos minutos. Le doy una pequeña sonrisa de labios cerrados y abro mis brazos, este acorta la distancia y se acurruca, deposito un pequeño beso en su cabeza.
Y entonces lo recuerdo, el pin de mamá.
Giro mi rostro hacia donde está Jaden- ¿Podrías traerme mi buzo, por favor?
Este asiente algo confundido pero va a buscarlo, una vez uelve y se acerca hacia mi a entregándomelo.
- Gracias-respondo y este asiente
Agarro mi buzo y saco el pin de mariposa, el que me dio mamá un día cuando no podía dormir, para que me protegiera, así le decía ella. Me giro hacia Dylan y se lo muestro.
- ¿Sabes?, yo de pequeña aveces tenía sueños feos y me despertaba en la madrugada-el pequeño tiene toda su atención en mi, por lo que sigo-. Un día, mamá vino en la madrugada, luego de haberme despertado por una pesadilla como bastante seguido cada noche, y me dió esta mariposa. Me dijo que la guardara en mi mano y me fuese a dormir, que ella me cuidaría.
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Una vez cae el sol
Подростковая литература(Actualizando) Lucero, la bonita castaña llena de pecas y sueños. Con mariposas azules revoloteándole y recordándole a una de sus personas favoritas, que ahora ya no vive en la tierra, mas sí en su corazón. Su estado de salud no es de los mejores y...