LuAbro mis ojos intentando despertar, no tengo idea de que hora es. Y aunque el día apenas comienze, todo se siente bien, yo me siento bien, y de una manera que no sé explicar.
Me despabilo cerrando los ojos y estirando mi cuerpo a lo largo de una cama... que no es mía
¿Que...?
Cuando mi brazo se estira siento como golpea contra...
- ¡Eh, más cuidado!-exclama a mi lado el dueño de mis ojos azules favoritos.
- ¡Buen día para ti tambien eh!-gruño
- Buenos díaaas-alarga la a, a la vez que rueda los ojos.
- Insoportable que eres en la mañana
- Y tú te despiertas tan amable como siempre, cariño-ironiza
- Ya, cállate.
- No voy a decirte que me calles, si eso esperabas.
- Ja, quisieras.
- Las ganas te sobran.- ambos compartimos una mirada. Finalmente yo me siento en la cama, mientras que él no se inmuta.
Me refriego la cara con ambas manos, sigo con el intento de terminar de despabilarme. Jaden mete su mano bajo la ropa de mi espalda, dando caricias suaves en mi espalda baja. Ante su toque, mi cuerpo reacciona de una forma que creo que no debería. Comenzando a recordar. Todo.
Anoche. Cada beso, cada rose, cada mínima palabra. Absolutamente todo, lo que me provoca que la vergüenza que me faltó ayer, me invada el cuerpo.
De repente oigo una risita ronca a mi lado, lo que me hace girarme y mirarlo.
- ¿Recordando, cariño?-inquiere con una expresión divertida
- En absoluto, solo pensaba.
- Mentira-afirma
- ¿Perdona?
- Estás mintiendo
- ¿Por qué lo haría?
- Por tu forma de ser, seguramente porque te da vergüenza.
- ¿Vergüenza de qué?
- De que yo sepa como recuerdas el como nos tocábamos anoche.-contesta casual
Como envidio a la gente que no se pone roja por cualquier cosa, son privigeliados y no lo saben.
- Pues si, era eso.-me doy por vencida, qué sentido tiene mentir. Jaden sonríe
- Pues no la tengas, no conmigo. Cada parte de ti me parece absolutamente preciosa, ojalá te vieras con mis ojos. Babearias al igual que yo cada vez que estas distraída o despreocupada, adoro verte a ti al natural, así, tal cual eres.
- Vale, pues ahora estoy a cara lavada
- Sabes que no hablo de eso, tonta. Pero por si era una inseguridad, que sepas que me encantas a cara lavada o cuando te pintas y te dejas los labios rojo fuego. Me dan ganas de estamparte la boca de un beso de ambas formas.-se encoje de hombros y sonríe
- ¿Cómo te despiertas con tanta imaginación y ganas de hablar?-es lo primero que inquiero, anonadada.
- Una de mis tantas virtudes-alardea
- Siempre tan humilde, cariño.
Ambos compartimos risitas y yo por fin me levanto de la cama, él se estira una vez más pero luego repite mi acción y se pone de pie.
Tomo la taza en la que bebí mi café anoche y abriendo la puerta, salgo de la habitacion y me dirijo hacia la mía con Jaden pisándome los talones. La puerta de esta se encuentra con una gran parte abierta, por lo que se permite ver hacia ella. Me adentro y lo primero que me recibe es un Jack desplomado en su respectivo colchón sobre el suelo, roncando, y con mis dos hijos perruno y gatuna sobre él, de todos modos dudo que él se haya dado cuenta de las dos bolas de pelo que tiene encima, debe estar en el más allá. Oigo una risita por parte de Jaden detrás mío.
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Una vez cae el sol
Novela Juvenil(Actualizando) Lucero, la bonita castaña llena de pecas y sueños. Con mariposas azules revoloteándole y recordándole a una de sus personas favoritas, que ahora ya no vive en la tierra, mas sí en su corazón. Su estado de salud no es de los mejores y...