Una vez cae el sol

29|Metete con el que odia

Lu

Luca me dirije hacia el interior de la super casa sin soltar mi mano. Nos adentramos y él me conduce hacia una especie de sala, bastante alejada de la pista de baile, en donde no hay mucha gente, osea si la hay, pero no a comparación con el amontonamiento que hay a unos metros fuera de la habitación en donde se encuentra la pista.

Inspecciono la habitación con la mirada mientras nos dirigimos a los sillones en donde hay una pequeña mesa baja en el centro con vasos llenos de bebidas de colores... peculiares, los cuales no tengo ni la más pálida idea de qué pueden ser.

Sobre los sillones se encuentran chicos y chicas. Algunos hablando animadamente, otros bebiendo y otros besándose como si su vida dependiera de ello. Entre todos veo a Mateo, Crístal, Kat y Kyle, les sonrío pero ellos aunque ninguno me dice nada, se dan una mirada extraña.

Luca se sienta en uno de los sillones aterciopelados rojos y con una sonrisa en sus labios se palmea el pequeño lugar a su lado. Lo observo y algo se me pasa por la mente.

Voy hacia donde está él, pero en vez de sentarme a su lado me acomodo y me siento en su regazo. Luca me mira soprendido pero con una sonrisa maliciosa, le devuelvo la sonrisa y éste habla.

- ¿Y eso? -pregunta con diversión. Me encojo de hombros

- El lugar a tu lado se ve incómodo, ¿te molesta? -inquiero, alzando una ceja. Luca sin sacar su sonrisa coloca sus manos en cada lado de mi cadera y me atrae más hacia él, por lo que yo quedo más apoyada contra su pecho.
Nuestros rostros quedan muy cerca. Mi pulso se acelera un poco por los nervios pero los logro controlar y pasan desapercibidos.

Luca se inclina un poco más y susurra contra mi oído:
- ¿De verdad piensas que en algún plano terrenal tener a tremenda belleza sentada sobre mi me puede llegar a molestar? -contesta en voz baja. Luego se aleja un poco, me sonríe y vuelve a hablar. - Me ofende la pregunta, cariño. -sonrío divertida y niego con la cabeza.

Luca coloca una de sus manos en mi cadera y con un suave movimiento me deja de lado, mi brazo rosando su pecho. Y en menos tiempo del que pueda pensar para reaccionar él me atrae y captura mi boca.

Tardo uno segundos pero le respondo el beso. Dirije su otra mano a mi muslo y lo aprieta muy levemente. Llevo mi mano y la coloco encima de la suya que aún está en mi muslo y le doy un apretón, lo cual le roba una sonrisita. Nos seguimos besando unos minutos más en cuanto alguien habla.

- Bueno que para acostarse son las habitaciones de arriba, los demás seguimos aquí. -dice una voz que a pesar de haberla escuchado muy poco, logro reconocerla.

La insoportable. Ay pedón, Bethany.

Luca y yo nos separamos. Éste me mira, sonríe y acaricia con la mano que tenía en mi nuca, mi mejilla. La mano de los dos en mi muslo no las movemos, se quedan ahí, juntas.

Y a pesar de todo sé que nadie en la habitación se percató de nosotros dos, literalmente está cada uno a lo suyo y la otra mitad con demasiado alcohol en sangre como para notarnos.

La Lucero maldita de mi interior esboza una sonrisa cínica en cuanto ve a Jaden sentado en el sillón de enfrente. Mirándonos con el ceño fruncido y la mandíbula tensa.

¿El karma es una verdadera mierda, verdad?

Sonrío satisfecha.

Y recuerden señoritas:
No se metan con sus mejores amigos, porque ellos al final se van a perdonar todo y van a llegar a la conclusión de que "te compartieron". Metete con el que odia, él siempre será su competencia.

En cuanto lo veo no desmuestro ninguna emoción. Nuestras miradas se conectan, pero solo le devuelvo la mirada de manera inéxpresiva. Aunque por un momento en mi interior algo me dice si estará bien lo que estoy haciendo, pero, ¿qué sería lo que está mal?. Estoy soltera, él igual. Luca me atrae al igual que a él Madison. Ninguno le debe nada al otro, solo el hecho de que quizás si tenemos sentimientos que nos  confunden, pero ninguno de los dos sabe cómo ponerle el pecho a la bala, así que sigue todo en absolutamente nada.