Intento abrir mis ojos, que parecen como si me los hubieran pegado con algún pegamento de zapato, a lo potente. Me remuevo en mi lugar, pero de repente me doy cuenta de dos cosas:
Lo primero es que las cortinas están cerras, cosa que no pasa siempre porque lo olvido todo el tiempo. Y segundo...estoy sola. Para cerciorarme despego los ojos como puedo y miro a mi lado: vacio.
Ya un poco más despierra me siento en la cama y paso la mirada por mi habitación, observando si hay alguna de sus cosas...pero nada, no hay nada, se fué.
Pero...¿por qué?, ¿y en qué momento?
De repente suena mi teléfono. Lo tomo con una mano mientras con la otra me tapo la boca por el gran bostezo que emerge de esta, y voy a la sección de mensajes. Entro a esta y veo un mensaje que me acaba de llegar, pero es de...
Número desconocido:
Tuve que hacer algo, por eso me fuí tan temprano. Nos vemos más tarde, pecosa insoportable.
Le sonrío a la pantalla como una idiota, sabiendo de quien se trata y lo agendo para luego responderle.
Pecosa:
Está bien. Solo tengo una pregunta, ¿cómo es que tienes mi número?
Su respuesta es casi al instante
Insoportable:
Mientras dormias cual foca desmayada, antes de irme agarré tu teléfono y me agendé tu número.
Y antes de que lo digas, sí , me sé tu clave. ¿1 2 3 4?, ¿En serio?Reí, pero a la vez el sonrojo en mis mejillas no tarda en hacerse presente al acordarme de que es verdad, ayer apenas toqué la cama caí rendida. Y el imaginarme toda despeinada durmiendo-posiblemente con baba escapando de mi boca, porque sí, es algo que descubrí que hace mi cuerpo cuando estoy muy cansada-. Y para rematar a Jaden viéndome, me dan ganas de golpearme la cabeza contra mi lámpara de mesilla, pero ya papá me mataría, asique opté por solo bufar rendida.
Pecosa:
Bueno, perdón por no portar tu inteligencia en contraseñas.
Y por cierto, tienes que enseñarme esos movimientos de hacker para hacerlo, eso de andar desbloqueando celulares ajenos.Insoportable:
No hay problema, estoy dispuesto y plenamente complacido a enseñarte diferentes movimientos cuando quieras.
Y captando el doble sentido de su mensaje, solo decido pasarlo por alto por no saber qué responder. Sí lo sé, que patética.
Vuelvo al teléfono y respondo:
Pecosa:
Ya. Nos vemos, falso skater.
Insoportable:
Nos vemos, pecosa.
Y dando por finalizada la conversación, apago el celular, lo dejo en mi mesa de luz y me voy a tomar una ducha.
...
Luego de una larga y relajante ducha, me encuentro preparándome el almuerzo. Unas ricas hamburguesas con cheddar y papas-muy saludable, como siempre-
Si papá me viera almorzando esto,ya me hubiera abofeteado tres veces.
No literalmente, ustedes me entienden.
Papá es más de la comida sana, osea siendo médico sería raro que no lo fuera, o tal vez no, pero bueno lo es.
Además, él dice que la comida más potente tiene que ser la del almuerzo, y bueno, los días que él esta en casa lo hacemos.Pero los días que no...
Básicamente como comida basura, como si mi vida dependiera de ello.
-bueno, técnicamente si lo hago-Termino de cocinar y armar las hamburguesas, para luego tirarme al sofá y ver Friends mientras devoro mi comida con apetito.
...
Son las cuatro de la tarde y me encuentro aún tirada en el sillón, viendo la cuarta temporada de Friends, por novena vez.
Ya lavé lo que comí y está toda la casa en orden. La verdad es que me aburro bastante en estos momentos para ser sincera. Pero como si el universo me hubiese escuchado, mi teléfono suena anunciando una llamada entrante.
Sin querer levantarme, me estiro hacia la mesita que se encuentra junto a mi, en donde está mi teléfono. Y como la imbécil que soy, no llego y me caígo al suelo. Suelto una maldición en voz baja, pero estiro mi brazo y por fín tomo el maldito teléfono.
Pero cuando lo tengo en mis manos este deja de sonar. No llego ni a encender el teléfono que este vuelve a sonar a lo loco otra vez
Es Jaden.
Observo el teléfono confundida, ¿qué puede querer ahora?
Es decir, no me mal interpreten, no tiene nada de malo. Pero siempre lo veo de noche, jamás de día, es como si durante el sol esté en alto, no existiera.
Quizás es Edward Cullen 2. En ese caso no tendría problema en recrear las escenas de la luna de miel de Edward y Bella, ustedes me entienden...
¡Dios Lucero!
¡Basta!
Sacudo la cabeza a modo de borrar mis pensamientos pervertidos y atiendo de una vez el teléfono.
- ¿Hola?
- Lu.
Ruedo los ojos, preguntas estúpidas.
- Y si, soy yo. Quién más sería si...
- Te necesito.- frunzo mi ceño, confundida.
¿Habrá desayunado drogas?
- ¿Eh?
- Que te necesito, necesito que me salves.
- Jaden explicate
- Bien. Dylan quiere que lo lleve a la plaza del centro de la ciudad un rato
- ¿Y yo te puedo salvar en...?
- Me puedes salvar en que, a ver. Como me verás mi aspecto no es muy de estar en un parque rodeado de humanos pequeños corriendo por todos lados. Por eso necesito que me acompañes, a ti se te dan bien los niños, ¿no?
- Sí...supongo que... -me corta
- Genial, a las seis te paso a buscar.
- Está bien, los espero
- Bien, adiós.
Voy a decirle adiós de vuelta, pero se escucha como alguien grita a traves del telefono de Jaden:
- ¡ADIOS LUCERITO DE MI CORAZÓN. DICE JADEN QUE NO PUEDE ESPERAR PARA VERTE Y BESARTE, MUAK MUAK, NOVIOS NOVIOS!
Rompo en carcajadas, y respondo divertida.
- Adiós, cariñito.
- Perdón Lu, es medio idiota aveces. Siempre le digo a mi madre que para mi se lo vendieron desconfigurado.
Sonrío divertida, aunque él no me pueda ver.
- No pasa nada.
- Está bien. Bueno, hasta dentro de un rato.
- Hasta dentro de un rato.-respondo para cortar la llamada.
Me imagino como Dylan debe colmar la paciencia de Jaden y sonrío. Porque la verdad es que el aura de chico malo y misterioso de Jaden, junto a la personalidad de Dylan super revoltoso y inquieto...debe ser una combinación interesante de ver. Vaya a saber uno lo que deben ser esos dos juntos.
Subo las escaleras con una sonrisa divertida a la vez que niego con la cabeza. Ya veremos que sale de esta salida con Jaden y cariñito.
Mis presentimientos dicen que va a ser bastaante divertido.
...
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Una vez cae el sol
Teen Fiction(Actualizando) Lucero, la bonita castaña llena de pecas y sueños. Con mariposas azules revoloteándole y recordándole a una de sus personas favoritas, que ahora ya no vive en la tierra, mas sí en su corazón. Su estado de salud no es de los mejores y...