4|Pecas

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Jaden

Son las nueve de la mañana, cuando me despierto por la luz que entra por la ventana. Para variar, otra vez me olvidé de cerrar las cortinas.

Siento una mano apoyada en mi abdomen, me doy la vuelta y veo a Mad durmiendo a mi lado, con nada más que la sábana siendo todo lo que cubre su cuerpo.

Mad.

No tenemos ningún tipo de título ni lo tendremos. Sólo somos amigos que en ocasiones se acuestan y podría decir que con ella más recurrentemente.

Al fín y al cabo somos amigos y compartimos grupo, es otro tipo de vínculo.

Por lo que me dicen Jack y los demás de mi grupo de amigos, está "enamorada" de mi. Muchísimas veces le dije que nada de sentimientos de por medio, que yo no sentía lo mismo y demas. En un momento le platee dejar de acostarnos si es que eso causaba algo malo en ella, pero rechazó mi propuesa.

En mi vida, hasta el día de hoy las mujeres con las que he estado fueron algo de una noche y nada más que eso. Ellas buscaban lo mismo, por lo que no ocurrieron malos entendidos. Excepto con Mad.

A ver, no me malinterpreten, no es que soy un maldito sin sentimientos que va por ahí rompiéndoles el corazón a las chicas con las que está. Es solo que tengo claro lo que quiero y con cada chica con la que estoy también lo sabe

Nada que involucre sentimientos, solo eso.

Me levanto de la cama, ya no del mejor humor. La verdad me incomoda todo eso de amanecer juntos y abrazados, pero al ser Mad me tengo un poco de paciencia y simplemente la aparto.

Comienzo a mover su brazo despacio para que se despierte.

- Mad... Mad... hey Mad -a el último parece escucharlo.

Ella se mueve en su lugar, abriendo los ojos y me mira con cara confundida.

- Ya amaneció -con un movimiento de cabeza indico la ventana

- Sí, buenos días -dice poniendose de pie y colocándose su ropa.

- Buenos días -asiento.

Yo comienzo a vestirme y a agarrar mis cosas para comenzar el trabajo, si es que a eso se le puede decir así.

Soy camello de droga. Es decir que traspaso de vendedor a comprador.

Mi jefe, Bryce, es un hombre pesado. Si algo de él conoces, por instinto de supervivencia ni siquiera le respirarías cerca. Mata gente por deporte, es un completo imbécil.

Mi trato hacia él es normal, no le tengo miedo, -a pesar de saber lo que hace- solo le tengo respeto, así como él lo tiene hacia mí.

Voy a la cocina y me preparo un café. Mientras estoy en eso, Mad aparece por la puerta.

- Adiós, Jaden

- Adiós, Mad.

Y dejando un beso sobre mi mejilla, sigue por el pasillo y se oye la puerta de entrada.

Luego de terminar de prepararme el café, le doy un sorbo y al estar tan asqueroso no puedo no pensar en que bueno sería estar tomándome uno de los de Gorilla Coffe, que cafés del bien. Además es un lugar agradable, me llevo muy bien con Tom, el dueño y su mujer, Tessa.

Ellos me contaron que ahí también trabajan su sobrino y su hija, pero deben de entrar a trabajar en los turnos de noche porque yo casi siempre voy en la tarde o aveces a la mañana por lo que  nunca los veo.

La verdad no me interesa tanto conocerlos tampoco, es solo curiosidad después de que me los hayan nombrando tanto.

Ah, y también a una chica, la mejor amiga de su hija que es prácticamente como hija de ellos también. En fín, algún día será.

Una vez cae el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora