42|Gracias por todo

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Lu

Aún medio adormilada me remuevo en la cama. Abro poco a poco los ojos, todo está a oscuras y eso hace que una pequeña sonrisa se forme en mi rostro. Jaden dejó todo a oscuras tal y como se lo pedí.

Hablando de Jaden, recuerdos vienen a mi mente de anoche. Dylan, las pesadillas, las...las pisadas junto a la ventana...

Saco esos pensamientos de mi mente.

Estiro mi brazo, pero no siento a nadie. ¿Qué no dormían conmigo Dylan y Jaden?

Tanteo a mi lado y ubico una mesita de luz. Busco el interruptor de la lampara de noche y la enciendo. Una vez esta ilumina un poco la habitación me doy cuenta de que esta no es la habitación en la que recuerdo haberme dormido anoche, o al menos no en la que recuerdo haberme acostado por última vez. Me encantaría saber como llegué a la habitación de Jaden. Suelto una risita al imaginar a Jaden trayendome a modo princesa en brazos. No, Jaden no haría nunca eso, demasiado romático para él mismo.

Tomo mi teléfono que se encuentra sobre la mesita de noche y lo enciendo. Tengo algunos mensajes de Lily preguntándome que como estoy, por lo que decido llamarla.
Luego de tres tonos, contesta.

- ¿Hable?-responde al otro lado de línea, con la voz algo rasposa

- Buenos días, rubia zorra.

- Oooh, con que es mi amiga la que durmió en la casa del chico skater

- Por la culpa de su estúpida amiga que se roba las llaves de su casa. Sí, la misma

- Que me las olvideee

- Sí lo que sea, de igual forma dormí bastante bien.

- Claro, dormir.

- Sí, dormir, no todos pensamos en solo follar como tú

- Veremos si me dices lo mismo una vez te lo folles

- Pues hasta entonces.-oígo como se ríe a traves de la línea

- ¿Y cómo está todo?, ¿bien?-inquiere a tono cotidiano.

- Bien, dormí hasta recién.

- ¿Te han dejado exausta verdad?

- ¡Lily ya!

- Bueno, bueno-responde entre risas

- ¿Tú, todo bien?

- Todo bien, ya estoy en casa.

- Con respecto a eso, necesito que me cubras hasta que caíga el sol y pueda ir a casa.

- Está bien, pero no vengas muy tarde, no quiero que te pase nada Lu-habla ahora más tranquila, pero con preocupación en su voz.

- No pasa nada, voy a estar bien.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo.

- Está bien, te voy a esperar cuando vengas con sanguches de miga y tu papá que hace mucho no tenemos charlas largas con él.

- Vale, si, me encanta el plan.

- Genial.

Ambas reimos y por último hablo
- Bueno, entonces hasta la noche, te amo.

- Te amo mucho más hermana, hasta la noche.-responde y yo corto

Una vez la conversación acaba, miro la hora en mi teléfono, las diez a.m.

Una vez cae el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora