Lu
Es de noche y mami me está terminado de hacer dos coletas altas como me gustan, que es el último toque que me falta para estar lista y poder irnos.
- Mami me quiero quedar, toda esa gente grande es aburrida -ella sonríe con dulzura
- Cariño, es el aniversario de la clínica de papá, no podemos no ir. Además seguro va a haber niños de tu edad para que puedas jugar -dice ella, mientras me pone un mechón medio loquito de pelo que siempre se sale detrás de mi oreja.
Entra papi a la sala, ya listito, como mami. Y casi yo.
- ¿Qué ocurre cielo? -pregunta mi papá
- Que Lu dice que no quiere ir porque se va a aburrir -responde mamá y ambos se miran divertidos. Yo arrugo mis cejas, ¿se ríen de mi?, ¿tendré tiza en la frente otra vez como el otro día?
Yo los miro con enojo, y una cara super duper furiosa porque se ríen de mi. Pero seguramente me vea como un chiguagua enojado. No me importa.
- Cariño te prometo que serán como máximo dos horas, ¿sí? -mi papá intenta consolarme.
- Mira, para que cambies esa cara. Ahora antes de ir a la cena, vamos a la tienda de la esquina y compramos chupetines azules para que te lleves en el camino, ¿de acuerdo? -me dice mi mamá con una de sus sonrisas de siempre.
Yo salto y la abrazo. Esos son mi favoritísimos, no se vale.
- ¡Cariño, ya volvemos! -grita mi mamá a mi papá que está en el piso de arriba, dijo que su corbata no le gustaba.
Y estaba bien fea la verdad, pero yo no quería lastimar su corazoncito.
- ¡De acuerdo cielo, aquí las espero! -contesta
Mamá y yo salimos por la puerta y vamos caminando hacia la esquina, para después cruzar y ir por mis chupetines.
- Mami, ¿podemos comprar algunos chupetines más?. Porque como me dijiste que habrían otros niños quiero convidarles, no vaya a ser que piensen que soy una mezquina -muevo mi cabeza diciendo que "no".
Mamá me mira con ternura y diversión a partes iguales, haciendo que "sí" con su cabeza.
- Claro, cariño.
- Bueno, pero que no sean azules, porque no podré verlos y no darles una bofetada para sacárcelos y comermelos yo. Porfis ma.- respondo muy seria.
- Lu..., tus modales -dice mamá de forma regañosa.
Ruedo mis ojos. - Está bieen mamá, perdón. - digo y ella asiente con la cabeza.
Llegamos a la esquina y mami toma mi mano, es algo que tego super marcado porque ella y papá siempre me lo dicen. "Jamás soltar la mano antes de cruzar ni mientras cruzamos".
Cruzamos y tocamos el timbre de la tienda.
Muy rápido aparece Carol, una señora como mi mami, tiene como treinta años. Abre la ventanita.
- Hola Sabrina, hola Lucerito. Diganme- saluda sonriendo,
Yo la saludo con la mano, sonriente, mientras que mamá habla.
- Hola Carol, lo de siempre para esta niña.- dice mamá y las dos intercambian una sonrisa
- Chupetines azules para la señorita. Enseguida.
- Y algunos de otros colores también -Carol hace que sí con la cabeza y se va a buscarlos.
Seguro que los tiene escondidos para no comérselos. Yo si tuviera así muchos muchos como ella en mi casa, también los escondería.
Después de unos minutos vuelve y nos los da. Mamá paga, le decimo gracias con una sonrisa y nos vamos ya a casita. Hace frío.
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Una vez cae el sol
Fiksi Remaja(Actualizando) Lucero, la bonita castaña llena de pecas y sueños. Con mariposas azules revoloteándole y recordándole a una de sus personas favoritas, que ahora ya no vive en la tierra, mas sí en su corazón. Su estado de salud no es de los mejores y...
