Lu
Una vez ya peinada y vestida, salgo de mi habitación y bajo las escaleras. Voy vestida cómoda, linda, pero cómoda.
Tengo puesto un buzo batik celeste y blanco, una calza negra lisa y mis ya conocidas converse botitas negras. Bueno, y mi pin de mariposa que me dió mamá, como siempre enganchado en uno de los lados de mi buzo, y mi pulsera en mi muñeca. Que aunque yo no lo nombre, sepan que son dos de las cosas que no me olvido jamás, siempre están conmigo.
Al cabello lo tengo lacio y suelto, pero me llevo una colita de pelo en la muñeca, es negra y común. La gente que me ve seguido debe pensar que es una línea de mugre, porque de verdad que la tengo en la muñeca todo el tiempo.
Y por último, en la cara tengo un delineado sutíl y un póco de máscara de pestañas, nada más que eso.
Una vez ya abajo voy a la cocina y acomodo apenas las pocas cosas que dejé hace un rato. A papá ya le avise hace un rato que salía y me dio el okay así que todo perfecto.
Lo que pasó fué que mientras me estaba cambiando, Chico empezó a hacer el drama de su vida porque quería comer. De verdad que pierdo la cuenta de las veces que come este perro al día.
Bueno, cuestión que en bragas y el buzo a medio poner, bajé a darle de comer. Asique ahora estoy limpiando lo que dejé. Porque por apurada mi cerebro parecía laguna momentánea y se olvidó de donde estaba su comida y terminé saqué todo de la alacena.
Bueno, quiero que esté todo límpio para cuando llegue papá.
Acordándome de eso, giro mi cabeza y dirijo mi vista hacia el reloj de pared que está a uno de mis costados, este marca las cinco y media de la tarde, falta una hora y unos pocos minutos para que venga. Y para cuando él lo haga, yo ya no voy a estar.
Así que una vez termino de ordenar, me lavo las manos, me las seco y voy a por un papel y una lapicera para dejarle una nota avisando que ya le dejé comida preparada para que solo venga, coma, y se vaya a dormir.
Luego de escribirla, se la dejo sobre la mesa y me dirijo a mi habitación. Así arreglo un poco la cama antes de irme, busco dinero y mi celular.
Entro a mi habitación y me voy hacia mi escritorio, tomo mi cajita en donde guardo mi dinero y saco un poco para llevar y me lo guardo en el bolsillo del buzo. Luego la cierro y la dejo en su lugar. Voy hacia mi cama y la hago como puedo, digo esto porque Luna, mi gata, está dormida en uno de los lados completamente desparramada y sin enterarse de lo que pasa a su alrededor. Por lo tanto hago la cama sigilosamente y sin moverla mucho para que no se despierte.
Porque diganme loca, pero soy de esas que con tal de que su mascota duerma bien y cómoda, yo duermo un poco más y en el borde de la cama, pero no me importa, antes mi bebé.
Una vez termino, me acerco a ella y le deposito un suave beso en su cabecita.
Ella se remueve un poco, pero sigue duermierdo, sonrío y me alejo.Si yo les contara las veces que este animal me ayudo...creo que no me alcanzaría el tiempo. Yo siempre digo, ella es mi angelito de la guarda en la tierra, y creanme, no tengo dudas.
No sé que hora es pero ya deben ser las seis o un poquito más. Lo que indíca que Jaden y cariñito debe estar por llegar.
Y hablándo de Roma...
Mi teléfono suena sobre mi escritorio, lo tomo y cuando veo la pantalla , efectivamente es él.
Es un mensaje
Insoportable:
"Estoy abajo"
Tecleo una respuesta y se la envío
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Una vez cae el sol
Teen Fiction(Actualizando) Lucero, la bonita castaña llena de pecas y sueños. Con mariposas azules revoloteándole y recordándole a una de sus personas favoritas, que ahora ya no vive en la tierra, mas sí en su corazón. Su estado de salud no es de los mejores y...