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Cuando el receso había acabado, el castaño fue hasta su salón, encontrándose a su tutor hablando seriamente con TaeHyung.

Algo no de su importancia, pero estaba a punto de sentarse cuando su tutor lo llamó.

Jeon JungKook, venga un segundo por favor.

Fue hasta él y se puso enfrente suyo.

Será el nuevo tutor de Kim.

—¿¡QUÉ!? -Soltaron los dos al mismo tiempo.

—He visto que las notas de Kim van muy bajas y como usted es el mejor de la clase, podrá ayudarlo a mejorar sus notas y ser un modelo a seguir.

No. Él no lo hará, puede escoger a alguien más. Pero él no.

Jeon miró sin interés al peligris, la verdad no quería ser su tutor, pero si era orden directa de su
profesor, entonces tendría que aceptar.


















Narra JungKook*



—¿Saben? Se supone que las coincidencias son especiales y románticas... Pero esa maldita coincidencia no fue para nada bonita. Quién diría que esa bonita coincidencia sería que acabaría siendo el tutor de Kim. Una mierda.-soltó mientras cruzaba sus brazos.

—Y no, no fue bonito por si lo preguntaban.







Termina narración *





























—La primera clase comienza mañana, todos los viernes haré revisión para asegurar que Kim haya aprendido tan siquiera algo.

—¿Está insinuando que soy un cabeza hueca?

—Tus notas lo dicen -el profesor lo fulminó con la mirada- Pueden regresar a sus asientos.

Los dos regresaron furiosos. Definitivamente no encajaban y esto no iba a funcionar.




























JungKook regresaba a su casa con un mal humor por dos causas.

Sería el tutor del rey de los idiotas.

Había perdido su lápiz especial.

Ingresó la contraseña y entró a su casa, a la derecha se encontraba su madre sentada en la mesa mirando su teléfono. Subió su mirada, encontrándose con la del castaño.

Llegaste. -sonrió.

Ver el rostro de su hijo, le hizo percatarse de algo, no estaba de buen humor. Así que no tenía que pasarse de la línea.

—Ven a comer, te preparé tu platillo favorito.

Sonrió, se levantó para luego masajear la espalda del menor.

Este se había sentado en la mesa, su madre le había entregado su plato y comenzó a a comer.





















Narra JungKook*

—Al final de todo... Mi madre era la única que seguía conmigo y que me apoyaba. Todo se lo agradezco a ella. Era tan importante en mi vida, casi todas mis decisiones dependían de ella. -sonrió.

—Ella fue uno de mis ejemplos a seguir.

—Media vida mía era lo que mi madre sabía de mí.




Termina narración *





















—¿Pasó algo? ¿Te hicieron algo?

Jeon soltó los palillos, sin dejar de mirar hacia su comida.

—Es solo que... Perdí el lápiz de él...

Su madre se quedó callada por unos segundos y luego tomó la mano de su hijo.

—Oh cariño, no te preocupes, yo sé que eres muy cuidadoso con tus cosas y más si son las de él. Debe estar escondido en alguna parte del instituto, ya verás. -sonrió.

Esa paz que su madre le transmitía, hacía que todas sus preocupaciones se fueran yendo, le transmitían esa tranquilidad que nadie más le podía dar.

—Debió ser algo importante lo que dibujabas como para ocuparlo, ¿Cierto? -Jeon asintió.- No te preocupes, lo encontrarás.

Al paso del tiempo, el menor acabó de comer y fue directo hacia su cuarto.

Al entrar a su cuarto, vio todos los dibujos que estaban pegados en su pared, algunos estaban enmarcados, pues algunos eran de él.

Tiró su mochila a un lado y se sentó en su escritorio, sacó sus libros y libretas para poder empezar a estudiar.

Pero no podía, no dejaba de pensar en aquél lápiz.

Primero era ese lápiz y después lo demás.

Se levantó de su asiento y se acostó en su cama, mirando hacia su techo.

Soltó un suspiro, una gran y largo suspiro, cargado de preocupaciones y miedos.

—Te encontraré. Lo haré.










—r4Em











El chico de las estrellas ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ¬ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵒ¬ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora