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Narra JungKook*

—A veces... Me pongo a pensar, qué es lo que hubiera pasado si ese día, TaeHyung hubiera llegado antes al hospital. Qué hubiera pasado si Tae me hubiera buscado el mismo día que YoonGi murió. Si hubiera dejado su cobardía a un lado y me hubiera consolado en el funeral.

—Supongo que nuestra historia habría cambiado totalmente y nada de esto hubiera pasado.

—No estoy diciendo que odie esto, es solo que habíamos sufrido demasiado para al final poder estar juntos, si solo TaeHyung me hubiera buscado ese día. Supongo que nunca lo habría odiado. Y tal vez Tae no hubiera sido ese chico busca problemas como lo era.

—Sufrimos bastante.

Termina narración*






















Cuatro años después.

JungKook... ¡JungKook!

El mencionado despertó rápidamente.

—¿Qué sucede? -murmuró.

¿Qué sucede? Se te va hacer tarde para ir a la Universidad. Date prisa.

Fue lo último que dijo su mamá para luego cerrar la puerta de su cuarto, el castaño se quejó y luego se levantó para arreglarse.

Cuando bajó a la cocina, se encontró con el desayuno ya hecho por su madre. Se sentó y agarró los palillos.

—Gracias por la comida... ~

Termina todo, tienes que tener fuerzas para tus exámenes finales.

Jeon lo comió con gusto y cuando terminó, se levantó para luego tomar su mochila y tomar camino a la Universidad.

Habían pasado exactamente cuatro años después de todo, TaeHyung se había ido a Italia para terminar sus estudios, ninguno de los dos tuvieron contacto, no sabían nada sobre sus vidas.

Pero era obvio que se extrañaban.

Durante ese lapso de tiempo, Jeon quiso ir a terapia para poder quitarse todo el peso que cargaba. Además de que por fin había superado a YoonGi, eso era una buena noticia si quería dar el próximo paso de su vida.














Aish, no sé por qué venimos a comer a la cafetería de la Universidad. Todo lo que sirven aquí es basura.

Soltó una amiga suya, HeJoon.

El menor estaba perdido entre sus pensamientos, de repente empezó a extrañar a TaeHyung demasiado.

Oye JungKook. ¿Me estás escuchando?

—Ah, sí..

Lo bueno de todo esto es que por lo menos podemos ver la televisión, ¿No crees?

Cuando su mirada se fijó en aquella televisión, su corazón comenzó a latir fuertemente.

"En otras noticias, el famoso pintor Kim TaeHyung mejor conocido como Vante, llegará a Seúl con una exposición de sus últimas pinturas en el Museo de Artes de Seúl."

"Vante es bastante reconocido por ser uno de los artistas más jóvenes Coreanos en llegar a tener éxito."

"El museo abrirá hoy a partir de las cuatro de la tarde, con su colección llamada: J.J.K"

Los ojos del castaño se llenaron de lágrimas.

TaeHyung estaba de regreso.

Ooh Vante vendrá a Seúl, deberíamos ir JungKook. Vante es demasiado guapo, me muero por verlo en persona.- miró su reloj- Agh, son las siete de la noche... Por lo menos hoy salimos temprano. -Miró a su amigo que no le estaba prestando atención- ¡Oye! si no me vas a poner atención por lo menos finge que lo hac-

—Lo siento HeJoon, tengo que irme primero. Nos vemos.

JungKook tomó su mochila y salió corriendo de la Universidad mientras seguía en sus pensamientos.

Esto.. ¿Era felicidad? Sí, definitivamente lo era.

Podría volver a TaeHyung y decirle cuánto lo amaba y que no quería irse de su lado.

Ah, pero...

Él es famoso ahora, no hay forma de que pueda encontrarlo de nuevo.

Sus pies se detuvieron y moderó su respiración. Era otoño y hoy era un día demasiado frío.

Cuando volteó hacia su izquierda, notó que estaba cerca de su cafetería favorita. Tal vez un café no estaría nada mal.

Cruzó la calle, abrió la puerta y empezó a caminar para llegar a pedir su café.

Pero lastimosamente chocó con alguien y el líquido cayó en el desconocido.

Tal vez hoy no era su día.

—Ah, lo siento tanto... Puedo pagar por los daños...

No hay problema, solo es un manchón.

—Pero el café no se quita tan...

Una tercera voz interrumpió la conversación.

Oye Kim, ¿Qué tanto haces? no tenemos tiempo.

Al mirar al chico, no pudo ver su rostro, pues tenía un cubrebocas y una boina. Pero sus ojos...

Esos ojos los había visto antes.

Ya voy. 

El chico terminó yéndose, dejando a JungKook con el café en la mano y algo estupefacto.

Se fue de la cafetería confundido, tal vez lo había confundido y no era él, no era el único con esos ojos. Pero su mirada era casi idéntica.


















—r4Em

El chico de las estrellas ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ¬ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵒ¬ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora