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JungKook despertó de momento y lo primero que hizo fue llorar, había vuelto a soñar con YoonGi y está vez, fue más especial que cualquier otro sueño.

Cuando vio su teléfono, se dio cuenta que era fin de semana y no tenía planeado ir a ningún lugar. Se podría quedar en casa y dormir todas las horas que no pudo durante los exámenes.

Pero decidió que iría a visitar a YoonGi y luego ir al museo.














[...]

















—¿Por qué está tan decaído? -preguntó SuJeon.

—Estuvo esperando a ese chico especial en la apertura del museo, pero nunca lo encontró.

—¿Chico especial?

—Yo tampoco sé, solo me dijo que era importante para él.

Los dos miraron a TaeHyung, quién estaba en su cama tapado hasta su cabeza, suponiendo que estaba llorando y efectivamente, estaban en lo cierto. Kim estaba llorando desconsoladamente, cuando por fin pudo encontrar la manera de encontrarse de nuevo, el destino tuvo que separarlos de nuevo.

Pero la exposición va a estar dos semanas, tal vez en uno de esos días llegue ese chico. -soltó el chico.

—No lo sé, pero necesito que se olvide de ese chico por un momento, tiene que ir a una entrevista hoy.

—Vamos HanJin no seas tan dura, eres su representante, debes de tener un poco de empatía. ¿Qué a ti nunca te han partido el corazón?

La chica volteó los ojos y se fue del cuarto de TaeHyung para ir hacia la sala, mientras SuJeon iba detrás de ella.

—Vamos HanJin, hazlo por Tae.

—Oye, ya he sido bastante buena con él durante estos últimos días, ya no puedo hacer nada más.

Vamos, por favooor, ¿Si?

—Oye, ¿Desde cuándo te importa la felicidad de este idiota?

—Desde que los tres nos conocimos, así que hazlo por Tae.

—¡Maldición! ¿¡Por qué ustedes dos tienen que ser mi debilidad!?




















[...]




















Cuando JungKook bajó de su cuarto, se encontró con su mamá en la cocina.

—Cielo, qué bueno que bajaste, necesito de tu ayuda.

—¿Qué necesitas?

—El cuarto de despensa, me di cuenta que está muy sucio y pensé que podrías ayudarme a limpiar y volver acomodar.

Bien, sus planes ahora se habían arruinado, pero tal vez mañana podría ir al museo.

—¿Qué gano si te ayudo?

—Por dios JungKook, ¿Por qué siempre me tienes que pedir algo?

Los dos rieron y comenzaron a trabajar.
























Jeon se arrodilló y acomodó las flores al lado de su lápida, se levantó y luego sonrió.

—Lo siento, no te he podido visitar como te lo mereces, pero estuve en temporada de exámenes... Me enteré de muchas cosas sobre ti y TaeHyung que nunca vine a platicar contigo. Quién diría que eras una de las aspiraciones de Tae para ser un pintor exitoso, y pudo cumplir su sueño, es famoso y está aquí, en Corea... Pero no creo que podamos vernos, parece que el destino nos quiere separados. -suspiró- Quiero ver sus pinturas, quiero ver qué fue en lo que trabajaba mientras yo no estaba con él, mañana iré al museo pero lo que más anhelo es poder verlo... ¿No crees que eres muy terco? ¿Por qué no nos ayudas para que por fin estemos juntos? Vamos, el YoonGi que yo conozco no dejaría que estuviera sufriendo por tanto tiempo. -sonrió.

—Sabes que te amo mucho, ¿No? Te extraño más que nunca pero sé que estás conmigo, estás aquí. -puso su mano en su corazón.- Espero que en nuestras próximas vidas podamos encontrarnos de nuevo y en la otra y en la otra y en la otra... -susurró.

—Gracias por haber estado en mi vida YoonGi, y soy feliz con saber que pude hacer tu vida menos triste en cinco meses. Estás y estarás siempre en mi corazón.

Se despidió de su amado y luego empezó a tomar camino hacia la salida, se sentía mucho mejor después de haberlo visitado y haber platicado con él.

Durante el camino, el sol decidió esconderse y dejar que la luna tomará su lugar, era una noche demasiado hermosa, la luna se veía más grande de lo normal, las estrellas brillaban más y en especial, Nerus. Esta brillaba más de lo usual y Kook se había dado cuenta.

Luego bajó la mirada cuando sintió su celular vibrar y sin ver el nombre contestó.

—¿Hola?

—JungKook, ¿Ya vienes?

Oh mamá, sí, ya estoy cerca.

—Date prisa, no lo dejes esperando.

—¿Qué?

Su madre había colgado, ¿Dejarlo esperar? Frunció el ceño confundido, tal vez se refería a al cena pero nunca lo llamaba para eso y era aún más extraño.

Así que caminó un poco más rápido para poder llegar, esperaba que fuera su comida favorita.




















—r4Em.

El chico de las estrellas ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ¬ᶜᵒᵐᵖˡᵉᵗᵒ¬ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora