Capítulo 19: Manzana y canela

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Esa mañana Prem, decide ir a la casona para tomar fotografías de otros ángulos y caminar por el basto jardín y el lago que tanto le fascinó cuando lo vio por primera vez, de pronto escucha unos fuertes ladridos que proveían detrás de él, al voltearse ve a un enorme can que lo arroja al lago pero además lo sumerge; Prem no sabía como quitarse al animal de encima, por más que intentaba salir del agua no podía hacerlo, ya que una de sus piernas parecía haberse enredado en las ramas acuáticas del fondo del lago.

Cuando Boun regresó esa mañana de su turno del hospital, regresó a la pequeña casa que estaba ubicada en los terrenos de la casona, que se convertiría en hospital, esa era su casa cuando no se quedaba con Ohm, le encantaba lo escondida que estaba, cubierta de árboles y una de las paredes del segundo piso de la casa era de ventanas por lo que la vista era magnífica en las noches de luna llena; en lugar de ir a descansar decide sacar a correr con su perro, pero mientras seguía el camino no pudo evitar oler el delicioso aroma de Prem, por lo que corriendo más rápido decide ir hacia el lugar por donde provenía el olor viendo al pelinegro tomando fotografías y haciendo anotaciones en su aparato electrónico, cuando iba a llamarlo, su perro decide taclearlo, haciendo que este cayera al lago.

-¡Basta!- intentando detener al animal- ¡Kima, detente!



Sin poder ver a Prem salir del agua, Boun comienza a preocuparse, pues no entendía porqué estaba tardando tanto, así que decide meterse al agua para ver a Prem cayendo en la inconsciencia con su pie enredado en las ramas profundas del lago, acercándose saca su navaja y corta las ramas, toma a Prem entre sus brazos y nada con él a la orilla del lago.

-¡Vamos, Prem!- empezando a realizar RCP.



Mientras seguía aplicando el RCP, no  tuvo mas remedio que juntar sus labios para ayudar a abrir sus vidas respiratorias, tal vez el SIGMA se enojara con él más de lo que ya estaba, pero debía salvar su vida, ante un tercer intento, escucha toser a Prem e intentar tomar aire para respirar mejor.

-¿Es... tu... perro?- viendo al animal sentado moviendo la cola.

-Si, lo siento- notando que tenía dificultad para mantenerse de pie- Ven, vamos a mi casa no está lejos... además quiero revisar tu pierna.

-Porque molestarse conmigo- mirándolo con furia.

-Prem... por favor, deja que te revise...

-De acuerdo- estornudando.



Llegando a la casa escondida de Boun, Prem estaba impresionado por el enorme ventanal del lugar y la terraza del segundo piso, entrando pudo ver que estaba adornado con muebles de estilo clásico en tonos tierra, blancos y azul, curiosamente sus colores favoritos.

-Siéntate aquí- señalando un sillón y colocando su pierna sobre la mesa- Te traeré algo para que te seques... Kima, no te muevas- indicándole al perro. 

-Maldito perro... casi me matas- mirando al animal a los ojos, pero este simplemente se acerca y le pasa la lengua por su mejilla- ¡No!- limpiándose la mejilla con fuerza. 




Después de unos minutos y de ver a Boun con ropa seca, este le entrega un cambio.

-No voy a ponerme tu ropa.

-Deja de ser tan infantil Prem, es sólo ropa... no quiero que te enfermes, puedes estar molesto conmigo todo lo que quieras, no importa... me lo merezco, pero eso no quiere decir que no pueda preocuparme por ti- escuchándolo suspirar.

Conflicto de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora