la sonrisa ganadora

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—¡Bienvenidas al día de la fotografía!—exclamó alzando los brazos la maestra Norbury mientras todas las de mi clase hacíamos una fila frente a ella con nuestro celular en la mano.

Estábamos en el jardín del Campo, cerca del área de la piscina y como mi maestra dijo, hoy era el día de la fotografía para nosotras, era algo raro, en mi antigua escuela no había un día así pero supongo que el Campo no dejaba de sorprenderme conforme pasaban los días y ya llevo casi un mes y medio aquí.

—Ustedes, señoritas, van a tomar fotografías de lo que sea que encuentren en el Campo, deberán ser creativas, la calidad deberá demostrar la esencia propia de cada una y sobre todo su imaginación.

Todas asentimos. Ella también dijo que la chica que tomara mejores fotos obtendría un punto extra en alguna materia que nosotros quisiéramos, y tal vez si lo gano lo usaría en Historia, una de las materias que más odio pero en la que estoy estudiando más para no reprobar como siempre lo hacía en mi antigua escuela.

Así que una vez que la maestra terminó de dar indicaciones las chicas comenzamos a caminar por todo el Campo, tendríamos 3 horas para tomar las fotos y se las mandaríamos por correo a la maestra.

Quizás no habría mucho problema para escoger algo y tomarle foto, pero desde que entraron a robar al Campo hace 5 días Michael se había encargado de reforzar la seguridad en todos lados, ahora habían más cámaras en cada rincón, por las noches se activaban lasers de emergencia en las puertas principales y veíamos a algún guardia parado vigilando cada seis metros, si, era extraño ver tanto hombre corpulento alto y con un traje intimidante, pero El Rey no quería arriesgarse a que otra chica sea atacada como yo o le roben como a las chicas del segundo piso, según me enteré.

También robaron algunas piezas valiosas de la recepción.

Mila no estaba en mi clase de hoy así que caminé sola buscando algo a que tomarle foto, sinceramente yo amaba las fotos, era lo mío, pero no el hecho de tomarle fotos a otras cosas, yo me tomaba fotos a mi, o le pedía a alguien que me tomara una foto, pero no era fanática de ir por la vida capturando nubes o el sol.

Llegué hasta la fuente de la entrada, el agua caía en el elegante cuarzo blanco y por dentro había luces que iluminaban el agua, me pareció interesante. Así que tomé mi primera foto del día.

—Podrías tomarme una a mi— de inmediato veo como Liam se apoya en la fuente y posa de una manera graciosa— Soy muy bueno para las fotos, deberías probarme.

—¿Ah si?, yo creo que eres un presumido— reí por su comentario— Pero me sirves— admití y le tomé una foto a él junto a la fuente.

—Me gustaría invitarte a dar un paseo al rato, cuando termine tu día de la fotografía— Liam dice mientras se acerca a mi un poco, sus bonitos ojos azules combinaban con el cielo.

—No lo se, tengo que enviar las fotos por correo y aún me faltan muchas por tomar— alcé mis hombros— Tal vez si pueda o tal vez no— intenté sonar interesante.

El italiano rió— Eres más difícil de lo que creía, princesita— con delicadeza pasa un mechón de mi cabello detrás de mi oreja— Pero puedo lidiar con eso y más, solo tienes 16.

—Que sea menor de edad no quiere decir que soy más fácil en comparación con las otras muchas mujeres con las que quizás te has metido— alcé una mis cejas con perspicacia.

—¿A ti quién te dijo que he tenido muchas mujeres?— Liam soltó una risita.

—¿Acaso me equivoco?

—No, estás en lo correcto— contesta él.

—Y yo no soy como las demás, así que si quieres casarte conmigo tendrás mucho que hacer— sonreí gananciosa.

𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐘 | Michael Jackson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora