Amelia no pensaba casarse tan pronto, ahora debía decidir entre 3 hombres y en solo 6 meses cuando su tía la lleva a un lugar extraño para calmar su rebeldía.
"¿Podrías decirme que hacemos aquí?"
"Querida, Lía, uno de ellos es tu futuro esposo. Bien...
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—¿Estás lista para unas cuantas retas?— dice Mila entrando junto conmigo al elevador y sosteniendo su raqueta de tenis en sus manos, asentí sosteniendo la mía.
—Me parece que si, me gustan los deportes— intenté sonreírle.
Hoy era mi segundo día en el Campo y al parecer los martes es el día de deportes, por lo que Mila me explicó los martes era un día exclusivamente para los deportes, sea cual sea, las clases se retoman hasta mañana y eso es para todas las chicas de aquí. Lo único que me gustaba quizás era esto, porque hace mucho tiempo no jugaba tenis, y es mi deporte favorito, y en el Campo creo qué hay de todo tipo de deportes para practicar, logré convencer a Mila de acompañarme en tenis para no estar sola.
Este lugar aún me da miedo.
Salimos del elevador en el primer piso y fuimos directo a la salida del jardín donde todo un campo lleno de cosas y actividades por hacer se veían. Caminamos para llegar a donde estaban las demás chicas, desde aquí se observaba la enorme piscina del otro lado de unas palmeras y unas cuantas montañas por otro lado, para hacer deportes el Campo era inmenso y me empieza a gustar esta parte.
Cuando llegamos habían cerca de 10 chicas más para jugar tenis, la red ya estaba lista y solo faltaban armar los equipos, había una maestra aquí que sería el árbitro y supongo que deberá guiarnos.
—De acuerdo, señoritas, bienvenidas al día de deportes como cada martes— la maestra habla para todas— Formaremos los equipos para jugar unas rondas de tenis. Me han informado desde las oficinas del Rey que tenemos nuevas chicas en el Campo y una de ellas está aquí en nuestra clase de tenis de hoy— ella aplaude y comienza a buscarme— ¿Quién de ustedes es?
Mierda.
Todas comienzan a verme porque obviamente ellas ya se dieron cuenta de mi existencia, y lo que menos me gustaba era ser "la nueva".
Levanté mi mano apenada y la maestra sonrió— Me llamo Amelia Karev, un gusto— traté de no parecer tan estupida presentándome.
La maestra asintió con la cabeza— Bienvenida Amelia, espero que tu estancia en el Campo del Rey sea fenomenal— sonríe ampliamente.
Fenomenal, claro que si.
Yo solo quiero escapar.
Mila toca mi brazo contenta de que quizás ya me estén conociendo otras chicas pero la verdad ellas no parecen buenas personas, las miré a todas un poco y algunas lucen como moscas muertas y con toda la pinta de ser unas hipócritas, puedo detectarlo, se como son esas chicas, mientras que otras de ellas parecen ser amigables pero aún tengo mis dudas, y no noto aquello solo en este círculo de chicas para jugar tenis, vengo descifrando eso desde ayer que pude iniciar las clases oficiales en el Campo.
—Gracias, maestra— respondí sonriéndole también.
—¡Excelente chicas, vamos a jugar!— ella suena su silbato colgado de su cuello y comienza a formar los equipos llamando a algunas chicas.
